Cuando la Europa más homotransfóbica puso el grito en el cielo al ver en Eurovisión a una aspirante con barba, pelo largo, tipazo y vestidazo -imagen tan común en el circuito drag como la aplicación laca en la suela de los zapatos- nos alegramos sobremanera de ver la Diversidad arropada por la gran mayoría de países participantes en el certamen al encumbrar a Conchita Wurst como ganadora del festival.
A un mes escaso de pasarle el testigo a un nuevo país, y tras un ajetreadísimo año de trabajo en el que tampoco ha faltado su desempeño como portavoz en favor de los Derechos Humanos, la artista ha publicado el videoclip de ‘You’re Unstoppable’, su nuevo sencillo.
Con su característico y épico estilo pop sinfónico, la cantante nos muestra otra elegante pieza de aspiración cinematográfica. En ella, una bailarina ejecuta una rutina de danza sobre la arena y es eleveda hasta la superficie del mar, momento en el que la artista aparece con el torso desnudo mostrando la mezcla de caracteres femeninos y masculinos propios a su imagen escénica.
Un gesto que aunque pueda pasar desapercibido dada su frontal sencillez, nos ayuda a visibilizar y normalizar la anatomía de las personas transgénero en el circuito musical más comercial y cercano a la gran audiencia.