Si has sido elegido para dar el discurso es, obviamente, porque eres alguien cercano a la pareja. Con las bodas entre parejas del mismo sexo aún sin reconocer en muchos países y con las polémicas que hubo en nuestro país acerca de si la unión entre parejas del mismo sexo debe o no llamarse matrimonio, ¿por qué no utilizar esa “confusión” con la forma de designar la unión entre ellos para hacer algún tipo de chiste durante el discurso? Siempre y cuando lo hagas desde el cariño y sin faltar al respeto, nadie tiene por qué sentirse ofendido.
Otra de las fórmulas mágicas para los discursos es hablar de cómo conociste a la pareja o cómo viviste el momento en el que ellos se conocieron o comenzaron a salir. ¿Cómo lo vivieron sus padres? ¿Y ellos? ¿Estaban nerviosos entonces? ¿Qué era lo que te contaron en ese momento? A la gente le gusta cotillear y conocer detalles, sobre todo si son románticos o pertenecen a gente a la que conocen, así que no tengas miedo de usarlos en tu discurso.
Trata de usar palabras que salgan de tu corazón y aléjate de los estereotipos. ¡No quieres sonar como si fueras una tarjeta de agradecimiento! Si conoces anécdotas que involucren a otros amigos y familiares de la pareja no dudes en usarlos, pero intenta evitar las bromas que os hacéis entre vosotros y que puede que el resto del mundo no entienda.
No olvides que tú no eres el protagonista del gran día y que tu discurso no es la parte central del convite o incluso de la ceremonia. Usa palabras cortas, esfuérzate en pronunciar con cuidado y, sobre todo, no te tomes más tiempo de cinco minutos. Hagas lo que hagas, está comprobado que el interés de los invitados comenzará a decaer para entonces.
Recuerda que dar un discurso en una boda gay es como hacerlo en cualquier otro tipo de boda y que lo único que tienes que conseguir es que la gente se meta en el discurso y logre interactuar contigo y con la historia de la pareja. Este es un momento muy especial para la mayoría de las parejas y sobre todo, para las de un mismo sexo que hasta hace unos años no podían vivir este momento y que, por ello, muchas veces, tiene un bagaje emocional muy importante en relación a su boda que puedes utilizar en tu intervención.
Y finalmente, no olvides llevar contigo unas tarjetitas para recordar cada punto de lo que vas a decir y no quedarte en blanco cuando llegue el momento. Una vez que tengas todo esto, estás preparado para ejercer de maestro de ceremonias. ¡Relájate, disfruta y usa lo que sabes de la pareja para que el resto de invitados disfrute contigo!
Fuente: Zankyou