‘Bias Breaker’: Un videojuego como arma contra los rancios clichés

El pasado 2 de junio el diario ABC publicaba un artículo que tiene la dudosa virtud de reunir todos los prejuicios sexistas, racistas y LGTBfóbicos que quiere derribar ‘Bias Breaker’. Y es que el artículo ‘Visita por sorpresa a la tienda de ropa de Manuela Carmena’ reune tal coleccción de clichés que hasta resulta conservador para uno de los medios más reaccionarios de toda Europa. 

La periodista, especialista en el mundo de la moda, realiza numerosas críticas a este proyecto solidario lanzado por la alcaldesa de Madrid (la tienda de ropa ayuda a mujeres en riesgo de exclusión social a conseguir unos ingresos e reintegrarse en el mercado laboral) pero sobre todo insiste en la localización de la tienda (Malasaña) para descargar todo tipo de reproches clasistas. 

Lo que subyace del fondo del artículo es una multitud de prejuicios hacia las familias alternativas. La periodista basa sus reproches en que en Malasaña no hay familias que compren ropa de bebé…. Algo que es radicalmente falso, pero claro son cosas que uno no acierta a ver cuando su concepto familiar está encerrado en lo más pérfido del término tradicional.

Ese es el nivel. Dos chicas de instituto que desmontan con un solo proyecto la línea editorial de un medio de comunicación con más de un siglo de vida. 

A sus 17 y 15 años de edad, Shazmin y Jaymi son dos estudiantes de secundaria de Nueva York que han colaborado con Girls Who Code, una organización que trabaja para ofrecer a las mujeres jóvenes oportunidades en los campos de la tecnología.

Para su proyecto final el dúo crearon ‘Bias Breaker’, un juego de estilo RPG que se centra en la falta de representación en los medios de comunicación e intenta, por todos los medios, acabar con los estereotipos sexistas, racistas y LGTBfóbicos.

¿Cómo se juega?

Cuando los jugadores comienzan la partida pueden elegir entre tres personajes diversos: Amira (una musulmana asexual), Elliot (una chica transgénero negra) o Jax (de origen hispano y queer).

Una vez elegido el personaje, debemos llevarlo por caminos que están, como la vida, plagados de estereotipos manidos como ‘Los bisexuales están confundidos’ o ‘todos los asiáticos son buenos en matemáticas’. Nuestro personaje debe sortear estos clichés que tratan de hundirle y tendrá que disparar a los jóvenes que defienden estos tópicos con olor a naftalina.

Cuando los chicos malos son golpeados por una bala, tanto la mancha como el estereotipo de acompañamiento desaparece. Aunque debes tener cuidado, si los usuarios se ven afectados por un estereotipo, el personaje pierde la salud y con ella la partida. 

Un proyecto único puesto que brilla con el fulgor de la esperanza que sólo existe en la adolescencia. Un proyecto que nos también nos hace tener esperanza en las generaciones futuras y que nos enseña que nunca es demasiado tarde (o demasiado pronto) para romper con los estereotipos que quieren hundir nuestra alma.