Arnaud Clément, un tenista con mucho rollo

Guapo dentro y fuera de la cancha

A sus treinta y cuatro años, Arnaud no cuenta con un impresionante palmarés como Federer, Nadal o Djokovich -el mayor logro deportivo de su carrera fue llegar a la final del Open de Australia en 2001-.

Sin embargo, con bastante arte y savoir faire consiguió infundir respeto en muchos de sus contrincantes, pues en una tarde de inspiración igual podía conseguir hacer morder el polvo escandalosamente a Andre Agassi, Patrick Rafter o Carlos Moya.

Por esa razón hay que tenerle a Arnaud bastante consideración: Si perdía, por la incitante ‘cara de sota’ que se le quedaba. Y si ganaba, por disfrutar de su arrebatadora y lúbrica sonrisa.

¿Extravagancia o individualismo?

Una de las cosas por las que Arnaud ha destacado en la cancha durante su carrera ha sido por su particular manera de vestir:

El uso de colores llamativos, equipamientos de ultimísima vanguardia y unas características gafas de sol deportivas -prescritas por su médico- hicieron que al igual que otras estrellas del tenis, el deportista utilizara su propia imagen como reclamo identificativo.

Entre Clélement -a medio camino entre un ‘pijín moderni de vacaciones’ con sus gafas de sol y su cinta en el pelo- y Grosjean -que sólo podría resultar más rapero si se colgara una cadena con el símbolo del dólar y el mensaje ‘tu p*to culo negro’- el mundo del tenis se nos queda muy soso.

Por favor… ¿Cuánto tenemos que esperar antes de que aparezca el tenista-fetichista o el tenista-enamorado-de-la-revista? ¡Que no jueguen más con nuestros sentimientos!

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