Angelique Kidjo ha estado nominada en cuatro ocasiones a los Grammy de la música, ha vendido millones de discos y ha ofrecido conciertos a lo largo y ancho de todo el planeta. Sin embargo, Kidjo -nacida en el pequeño país de Benín, donde todavía el 70% de la población tiene creencias tribales- siempre ha hecho gala de una educación muy africana.
Esta educación alejada del etnocentrismo imperante en otras culturas y con rasgos adquiridos de multitud de fuentes (la religión más importante del país es la católica, pero el escenario sagrado lo comparte con el animismo, el protestantismo, el islam y las prácticas vudú) hacen que su testimonio tenga especial valor.
De este modo, Kidjo ha condenado la homofobia y la intolerancia religiosa en África ya que las considera herramientas de control de la sociedad:
La cuestión homosexual como problema ha sido traída por los grupos religiosos en África, pero hemos tenido homosexuales durante siglos en África y nadie hablaba de ella de esta forma”.
¿Quiénes somos nosotros para juzgar?
Kidjo es profundamente religiosa, sin embargo entiende que en las últimas décadas hay intereses ocultos que manipulan el mensaje de las diferentes religiones que conviven en África. Kidjo afirma que había crecido en una comunidad mixta en la fe en Benin y que todo el mundo se llevaba bien con independencia de sus diferentes creencias. Sin embargo, indica que ahora las posturas de los representantes de la iglesia se están extremando:
Lo que me enoja y me desconcierta es cuando la gente utiliza el nombre de dios para realizar acciones repletas de odio. ¿En qué clase de Dios estás rezando ? No es el mío.”
Para terminar, la cantante ha querido mandar un mensaje de entendimiento y empatía con el colectivo LGTB:
¿Quiénes somos nosotros para juzgar ? Especialmente cuando alguien tiene una Biblia en la mano y le dice a otro que porque es homosexual es un pedófilo y que tiene que matarlo. La fe no tiene nada que ver con la violencia”