En su ensayo ‘Manifiesto contracultural’, Beatriz Preciado afirma que: ”Es urgente e imprescindible en el siglo XXI una rebelión de cuerpos”… y lo cierto es que viendo la situación que acaba de denunciar el grupo Georgette Sand a unx le entran ganas de ponerse el pasamontañas y aprender a fabricar cócteles molotov.
El estudio primigenio lo llevo a cabo la revista Forbes en territorio norteamericano. El resultado era tan esclarecedor como escalofriante: las mujeres de EEUU pagan al año 1.300 dólares más que sus compatriotas masculinos por productos muy similares.
La pista estaba sobre la mesa y el colectivo Georgette Sand se ha encargado de tirar del hilo para revelar una situación que también se repite en el país galo (y en la mayor parte de los considerados –por error- países del primer mundo).
Los datos, habitualmente impersonales, producen verdaderos escalofríos: las mujeres francesas ocupan el 82% de los empleos a tiempo parcial y ganan un 27% menos que sus compatriotas masculinos… y para darle una vuelta de tuerca a esta locura que llamamos heteropatriarcado, además tienen que pagar más por los mismos productos.
Y es que como el grupo (reducido, de unos 40 miembros entre los que también hay hombres) se pregunta en su propio manifiesto:
¿Podría ser la falta de modelos femeninos y la generalización de los hombres blancos y de pelo gris los que impiden a las mujeres el acceso masivo a puestos de responsabilidad? ¡Sí! Es nuestra profunda convicción.”
La fría y vergonozosa crueldad de los datos
Podríamos definir el resultado del #Womantax con adjetivos como despiadado o doloroso…pero aun así estaríamos lejos de precisar con palabras el estremecimiento que producen los datos.
Todas, absolutamente las mujeres de todas las edades se ven perjudicadas por esta ‘tasa’. Los triciclos para niñas cuestan cinco euros que los de los niños y lo mismo ocurre con las mochilas. Lo mismo sucede en el terreno de la higiene: un cepillo de dientes rosa cuesta 5,94€, pero si es azul para hombre, aun siendo el mismo, el precio baja a 5,78€. Cuchillas de afeitar, desodorantes, productos cosméticos: todo producto que lleve una etiqueta que lo catalogue como femenino es más caro; absolutamente demencial.
El estudio, gracias en buena parte a su gran difusión en los medios sociales, ha conseguido llamar a las puertas del gobierno socialista francés y Pascal Boistard, secretaria de Estado de Igualdad, se ha encargado de abrir la puerta, sentarse a escuchar al grupo y manifestar que el gobierno reflexionará sobre este problema para intentar subsanarlo.
Ahora bien, ‘Georgette Sand’ no ha querido dejar la solución en manos de las instituciones y ha lanzado una campaña en Change.org para cambiar esta política de precios que cuenta con más de 17.000 firmas.
Y es que como afirma Virginie Despentes (‘Teoría King Kong’, ‘Fóllame’), una de las feministas francesas más mediáticas de la actualidad:
El feminismo es una revolución no un reordenamiento de consignas de marketing… El feminismo es una aventura colectiva, para las mujeres pero también para los hombres y para todos los demás. Una revolución que ya ha comenzado. Una visión del mundo, una opción. No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo. Y dicho esto, buena suerte chicas y mejor viaje!’
Amén, hermana.