El instrumento, bautizado como NEU, permite conocer en un tiempo de diez minutos los resultados de la evaluación, que analiza las alteraciones que puede provocar a nivel cognitivo y motor la infección con gran impacto negativo sobre la calidad de vida y el funcionamiento diario de las personas que las padecen.
Uno de los retos más importantes para los médicos y psicólogos que trabajan con estos pacientes es el de diagnosticar lo antes posible estos déficits.
En la prueba, se pide al paciente que desarrolle unas tareas determinadas para medir la velocidad del procesamiento de la información, el funcionamiento ejecutivo y la fluencia verbal.
Una vez terminado este proceso, hay que comprobar la puntuación obtenida por el paciente en cada prueba para determinar la existencia o no de alteraciones.
La novedad no radica en el tipo de pruebas utilizadas, comunes en la neuropsicología clínica, sino en la combinación de las mismas y el hecho de haber sido validadas por primera vez en personas con VIH.
En el estudio, que ha durado más de tres años, han participado 106 personas VIH con características clínicas diversas, de siete centros catalanes, tratándose del primer estudio multicéntrico en esta área realizado en España.