La sociedad turca ha dado un importante impulso social en las últimas décadas, aunque este supuesto ”aperturismo” no está exento de pasos atrás en el reconocimiento de las libertades sexuales, que como en cualquier otro lugar del mundo, hay que continuar protegiendo ante numerosos intentos de desmovilización e invisibilización.
Según ha denunciado ayer la principal asociación LGTB turca, KAOS GL, el Juzgado de Paz de Estambul ha bloqueado y desactivado el acceso y uso de la App de contactos Grindr como ‘medida de protección’.
Desde ayer, cada usuario que intenta acceder a la aplicación o a su site recibe un mensaje en el que se le informa que la Presidencia de Telecomunicaciones ha incluido esta restricción.
La abogada de KAOS GL Hayriye Kara ha comentado a The Huffington Post que ‘La decisión del tribunal no ha sido publicada online, por lo que no tienen ningún acceso al auto… Por lo que son incapaces de conocer el motivo de la censura‘.
Es probable que lo justifiquen alegando la protección de ‘la moralidad general » -un término ambiguo que es frecuentemente utilizado contra las trabajadoras sexuales trans-.
Por su lado, el activista LGTB turco Ömer Akp?nar, ha añadido que ”La censura de Grindr es la última medida de limitaciones arbitrarias de la libertad en Turquía’.
El Gobierno, a través de su Ministerio de Familia y Políticas Sociales, está usando el discurso protector de la ‘familia tradicional y heterosexual” como pretexto creciente para suprimir los derechos LGTB.