Obama anuncia nuevos horizontes en la lucha contra el VIH

El pasado 1 de diciembre se celebraba el Día Mundial de lucha contra el SIDA. De entre todos los actos y proyectos, el liderado por Barack Obama llama poderosamente la atención por la repercusión mundial que puede traer. El líder de los demócratas anunció un positivo cambio en las políticas sanitarias relacionadas con el VIH y que se pueden resumir en un punto: el compromiso de encontrar una cura contra la pandemia.

Obama anunció que designará un encargado permanente para el Plan Presidencial de Emergencia de Ayuda para el Sida (PEPFAR), y convocará a una reunión a principios del año próximo para fijar objetivos de tratamiento y prevención:

”Vamos a redireccionar cien millones de dólares a este proyecto para desarrollar una nueva generación de terapias, porque Estados Unidos debería estar al frente de los nuevos descubrimientos”

El presidente de EEUU consiguió impregnar todo su discurso de un motivador optimismo. Durante el anuncio del cambio de política, se hizo eco de la labor Instituto Nacional de Salud (NIH), a la que consideró como un ‘área cada vez más prometedor’ en la investigación del VIH.

Sin embargo, Obama es consciente de que la cuestión principal en la investigación es el tema económico y de ahí que haya anunciado esta inyección de 100 millones de dólares en esta lucha.

El máximo mandatario estadounidense precisó que la contribución de Washington dependerá de los esfuerzos de terceros países, a los que alentó a involucrarse en este combate:

”Estados Unidos contribuirá con un dólar cada vez que otros donantes prometan dos dólares en los tres próximos años, hasta $5,000 millones. Deseo alentar a todos aquellos que participan en las reuniones del fondo (…) a comprometerse en este sentido”.

Para finalizar, Obama se dejó llevar por sus anhelos personales, que en realidad son los mismos que los de tod*s los que han puesto un granito de arena en luchar contra el VIH:

”Vamos a estar con ustedes en cada paso de este camino hasta llegar al día en el que sea posible que todos los hombres y las mujeres puedan protegerse de la infección, un día en la que todas las personas con infección por el VIH tengan acceso a tratamientos para salvar sus vidas. El día en que no haya bebés que nazcan con el VIH y lograr lo que antes era difícil de imaginar, una generación libre del VIH. Ese es el mundo que quiero para mis hijas, eso es lo que queremos para nuestras familias.”