La Campaña por la Igualdad del Matrimonio declaró que se ha puesto fin a una injusticia histórica y ahora, el amor es igual ante los ojos de la ley. El pasado 17 de abril fue cuando el parlamento neocelandés aprobó la ley que permitía el casamiento entre personas del mismo sexo pero no ha sido hasta el 19 de agosto cuando se han podido efectuar los primeros matrimonios del país.
La ley es responsabilidad de la iniciativa de la diputada laborista Louisa Wall, ella misma se ha convertido ahora en toda una abanderada de la causa, en su momento, sus palabras fueron las siguientes:
Esta ley trata sobre la igualdad de matrimonio, no sobre el matrimonio gay, el matrimonio entre personas del mismo sexo o el matrimonio heterosexual. Trata del matrimonio entre dos personas, no hay ninguna distinción que hacer, eso es la igualdad. Denegar el matrimonio a una persona es devaluar el derecho de esa persona a participar plenamente en todo lo que la vida ofrece y ningún Estado tiene el derecho de hacer eso.
Una ley ansiada en todos los países
Conrad Reyners, uno de los principales apoyos y cabezas visibles de la lucha LGTB en Nueva Zelanda ha querido felicitar a los contrayentes: ‘Una enhorabuena gigantesca a las felices parejas que se unieron hoy. La igualdad de matrimonio ha llegado finalmente a Nueva Zelanda’.
Como dato anecdótico, está la pugna por retransmitir las bodas y la originalidad de las parejas. Uno de los matrimonios celebró su enlace desde un crucero aéreo a 9000 metros de altura y las dos radios principales del país se peleaban por ser las primeras en retransmitir los primeros enlaces -valga la redundancia-. Desde las ocho y media (horario de apertura de oficina gubernamental) se pudieron ver las bodas también en televisión.
Finalmente, y al margen de malas noticias generalizadas para la comunidad LGTB, un país más abre sus puertas a la igualdad.