La Asociación Médica Mundial ha condenado la estigmatización y discriminación de la homosexualidad ‘por los peligros que representa para la salud’ en su Asamblea General, celebrada en Fortaleza -Brasil- la semana pasada. En esta reunión de especialistas, en la que participan más de cien países, también se ha expresado la preocupación sobre la persistencia en clasificar a la homosexualidad como una enfermedad y las intenciones de tratarla con procedimientos llamados de ‘conversión’ o ‘reparación’.
Según hemos podido saber a través del portal medicosypacientes.com en esta Declaración sobre ‘Las variaciones de la Sexualidad humana’ se pone de manifiesto, en primer lugar, que la investigación científica ha demostrado que la homosexualidad no es una enfermedad, sino una variación normal en la sexualidad humana.
Por ello y en base a estas revisiones científicas, la homosexualidad fue eliminada del manual oficial de diagnóstico de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos en 1973 y la OMS la eliminó de la ICD en 1990. También la Organización Panamericana de la Salud estipula que ‘en ninguna de sus manifestaciones individuales, la homosexualidad constituye un trastorno o una enfermedad, por lo que no necesita ninguna cura.’
La resolución deja claro que es responsabilidad de las asociaciones médicas nacionales crear conciencia en la comunidad médica y en la opinión pública que ‘la homosexualidad es una variación natural, no patológica de la sexualidad humana’.
Las terapias de ‘conversión’ deben ser denunciadas
Tras poner de manifiesto que los profesionales de la salud se ven enfrentados a muchos aspectos de la diversidad humana cuando prestan atención médica, incluidas las diferentes variaciones de la sexualidad humana, la resolución de la AMM recoge que ‘se debe comunicar claramente que todo tratamiento de personas con orientación bisexual u homosexual no debe enfocarse en la homosexualidad, sino en los efectos que tiene para la salud la estigmatización y discriminación‘.
Las terapias que aseguran convertir la homosexualidad en una conducta asexual o heterosexual no tienen indicación médica, incluyen métodos cuestionables y deben ser denunciadas como contrarias a la ética’.
Precisa que ‘la discriminación, estigmatización, rechazo de pares y acoso directos e indirectos siguen teniendo un impacto grave en la salud psicológica y física de la persona con una orientación homosexual y bisexual‘ y que estas experiencias negativas producen ‘una mayor prevalencia de depresión, trastornos de ansiedad, mal uso de substancias e intentos e ideación de suicidio’, indicando que la tasa de suicidio en adolescentes y jóvenes con orientación homosexual o bisexual es, en consecuencia, tres veces más alta.
Para la AMM, esto se puede agravar por los procedimientos de ‘conversión’ o ‘reparación’, que aseguran que pueden convertir la homosexualidad en un comportamiento asexual o heterosexual y dan la impresión de que la homosexualidad es una enfermedad. ‘Estos métodos han sido rechazados por muchas organizaciones profesionales por falta de evidencia de su eficacia. No tienen indicación médica y representan una seria amenaza para la salud y los derechos humanos de las personas tratadas’, recoge la declaración.
Por todo lo expuesto, la AMM afirma firmemente que:
La homosexualidad no representa una enfermedad, sino una variación normal de la sexualidad humana’ y condena ‘toda forma de estigmatización, penalización y discriminación de las personas en base a su orientación sexual’.