Las Pussy Riot vuelven a desafiar a Putin tras su liberación

‘Todo acaba de empezar. Así que abróchense los cinturones’, ha advertido Tolokonnikova ante el edificio de apartamentos de su abuela en la ciudad siberiana de Kransoyarks, tras su salida de prisión, donde ha permanecido encarcelada durante casi dos años.

La integrante de Pussy Riot, de 24 años, ha criticado la amnistía de Putin y la ha calificado de un acto ‘repugnante y cínico’ en declaraciones concedidas a Reuters.

Tolokonnikova se declaró en huelga de hambre a principios de año para reclamar su traslado de la Colonia Correccional de la región de Monrovia (al sureste de Moscú), en la que, según denunció, había sufrido amenazas de muerte y unas condiciones de vida inhumanas.

Por su lado, Aliojina ha calificado la amnistía de ‘artimaña de relaciones públicas’, con el objetivo de mejorar la imagen de Rusia. Por eso ha asegurado que su actitud ante Putin ‘no ha cambiado’ y ha asegurado, en la misma línea que Tolokonnikova, que ‘unirán’ sus esfuerzos para su ‘actividad de Derechos Humanos’.

‘Intentaremos cantar nuestra canción hasta el final’, ha asegurado Aliojina, que también ha subrayado no temer posibles consecuencias por sus actividades en Rusia. ‘Ya no tengo miedo de nada más, creédme’, ha afirmado.

La famosa ‘oracion punk’ 

Aliojina, Nadezhda Tolokonnikova y Ekaterina Samutsevich celebraron en 2012, junto con otras dos miembros de Pussy Riot, una ‘oración punk’ en la catedral en la que pedían a la ‘Madre de Dios’ que expulsara al entonces primer ministro y actual presidente del poder.

La actuación provocó una fuerte indignación entre los creyentes ortodoxos y las tres activistas fueron condenadas a dos años de prisión en agosto de 2011 por un delito de gamberrismo relacionado con ‘odio religioso’. La pena de Samutsevich fue conmutada en octubre de ese mismo año por libertad condicional. En mayo de 2013, el Tribunal Municipal de Moscú rechazó el recurso de las otras dos y confirmó la condena.