La Unión Europea ha paralizado el envío de una partida millonaria para financiar el desarrollo de Gambia por su vergonzoso bagaje en asuntos de Derechos Humanos, que se ha visto recientemente acrecentado por la aprobación de una ley contra su población LGTB.
Según ha confirmado un portavoz de la UE a la Fundación Thomson Reuters, los 13 millones de euros que constaban en la ayuda han sido bloqueados, ya que las relaciones entre la UE y el país africano se han vuelto cada vez más tensas por esta involución en los Derechos Fundamentales de su ciudadanía.
Esta suma suponía la última partida de fondos contemplada en un paquete de ayuda de 75 millones de euros que se esperaba repartir desde 2007 en los países más pequeños y con menos medios del continente africano.
Esta severa decisión viene influenciada por la condena mundial a la que se enfrenta el Gobierno de Gambia tras aprobar el pasado mes de octubre una nueva ley que criminaliza la llamada ‘homosexualidad agravada’, penándo las relaciones entre hombres hasta con la cadena perpetua.
Según ha explicado el portavoz de la UE, Gambia está infringiendo el acuerdo internacional que estipula que la ayuda al desarrollo sólo se etregará a cambio de avances en materia de Derechos Humanos, en sus palabras:
Vamos a seguir presionando para que se den mejoras relacionadas con los Derechos Humanos, y si se logra dicho progreso, tendrá un impacto en las futuras decisiones de financiamiento.’
Reisgo de ”islamización” del país
Tras haberse confirmado la paralización de la ayuda económica al desarrollo, han surgido voces que vaticinan que Gambia puede estar buscando donantes de otros países cuyas políticas de Derechos Humanos se asemejen a la suya. Una fuente en Bruselas ha afirmado, aludiendo a los estados de Qatar y Kuwait:
No es sorprendente que Jammeh está buscando fondos de otros países donde la homosexualidad es ilegal […] Su lealtad podrá ser comprada a través de la ayuda de las personas que quieren la islamización de la región.’
Gambia es uno de los más países dependientes de ayuda externa, ya que se calcula alrededor de un tercio de su población de 1,8 millones vive por debajo del umbral de la pobreza.
Por su gran depedencia de otros países, también han surgido otros análisis que defienden que sin la ayuda de la UE la juventud de Gambia percibirá un grave impacto en su desarrollo laboral, al que ahora tienen un acceso muy reducido.