La Sociedad Española de enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica presentará esta semana durante su Congreso nacional los resultados del estudio que revela una pasividad peligrosa de la sociedad a la hora de hacerse la prueba del VIH.
En el estudio se analizaron los 5.062 nuevos diagnósticos de VIH reclutados entre 2004 y 2011 en la Cohorte de la Red de Investigación en Sida (Coris), en la que participan 28 centros públicos: 27 hospitales y un centro de diagnóstico de infecciones de transmisión sexual (ITS).
De estos nuevos casos, la mayoría eran hombres (82%), infectados por transmisión sexual (54% de hombres que tienen sexo con hombres y 35% personas heterosexuales) y españoles (70%). El 36% fueron diagnosticados con 31 y 40 años de edad, y el 30% con más de 40 años.
La importancia de diagnosticar a tiempo
El estudio reveló con claridad que la mortalidad y, especialmente, la mortalidad temprana -en el año posterior al diagnóstico-, son más elevadas en los pacientes con diagnóstico tardío.
A lo largo del seguimiento se produjeron 185 muertes, siendo la tasa de mortalidad muy superior en los pacientes con diagnóstico tardío -2,1 frente a 0,3 por 100 personas y año– y la causa de muerte más frecuente fue VIH/sida (51%), especialmente en los pacientes con diagnóstico tardío (55% frente 18%).
Al analizar la mortalidad temprana, las diferencias se acentúan, dándose 115 muertes en el año posterior al diagnóstico –5,1 frente a 0,3 por 100 personas al año–, y las muertes por VIH/sida fueron más frecuentes (72% frente a 17%).
Los factores asociados al diagnóstico tardío fueron ser hombre, frente a ser mujer; ser heterosexual y usuario de drogas inyectables, frente a homosexual; ser mayor edad; presentar un menor nivel de estudios, y ser subsahariano y latinoamericano frente a ser español.
Todos los especialistas coinciden en la conclusión de que ‘el porcentaje de personas con diagnóstico tardío de su infección por VIH es muy elevado, y se concentra en algunos grupos de población, manteniéndose constante en estos años’.
Por ello, ‘y dado que implica una elevada mortalidad, especialmente temprana y asociada a sida’, estos autores insisten en la necesidad e importancia de diseñar y desarrollar estrategias que fomenten el diagnóstico precoz del VIH.