La FELGTB vuelve a denunciar la discriminación institucional a las mujeres solteras y lesbianas

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales se reunió ayer con el Director General de la cartera básica de servicios del Sistema Nacional de Salud, Agustín Rivero, y su equipo, quienes trasladaron a la FELGTB que el ministerio no se plantea un cambio en su postura de discriminar el acceso a las técnicas de reproducción asistida en la cartera de prestaciones comunes de la sanidad pública a las parejas de mujeres y mujeres solas.

El Ministerio se acoge a la ley 16/2003, diciendo que no se incluyen en la cartera de servicios las técnicas que no contribuyan a la “prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y curación de enfermedades, conservación o mejora de la esperanza de vida, autonomía y eliminación  o disminución del dolor y el sufrimiento”.

Esta ley sirve, según Sanidad, para no prestar servicio a las parejas de dos mujeres o mujeres solas, pero no explica en qué sentido sí acoge el tratamiento de inseminación artificial de una mujer cuyo marido sea infértil, por poner un solo ejemplo.

La ley a la que hace referencia el Ministerio de Sanidad, que hasta la llegada de Ana Mato era inclusiva, es interpretada de manera restrictiva al aplicarse sólo a unos modelos de familia, lo que hace que su postura sea discriminatoria y, por tanto, inconstitucional.

Boti G. Rodrigo, presidenta de la FELGTB, ha manifestado que ”siguen empecinados en utilizar juegos de palabras para justificar una actitud discriminatoria. Carecen de altura de miras para saber interpretar el espíritu de la Ley. Seguiremos trabajando contra esta postura y mientras tanto reclamamos de las Comunidades autónomas que hagan uso de su capacidad para aumentar la cartera de prestaciones y den acceso a las técnicas de reproducción asistida en la sanidad pública sin atender a orientación sexual ni a estado civil”.

Isabel Gómez, vocal de Igualdad de la Federación, ha destacado que “el Ministerio se ha mostrado inflexible. Reconocieron que no era un recorte de carácter económico, porque el coste es perfectamente asumible, pero no quisieron reconocer que se trata de una medida ideológica. No vemos otra razón”.