La activista italiana Vladimir Luxuria termina siendo expulsada de Rusia

Las recientes detenciones de las Pussy Riot y de Vladimir Luxuria en Rusia -esta última ha terminado siendo expulsada del país- nos vienen a confirmar dos cosas: por un lado, la infame actitud del COI que se está dedicando a mirar hacia otro lado mientras en Rusia se pisotean una y otra vez derechos tan fundamentales como el de la libertad de expresión y por el otro, nos confirman que las palabras de Putin afirmando que durante los JJOO se iba a respetar al colectivo LGTB no era más que un discurso para la galería.

El caso de Luxuria es el ejemplo más palpable de la homofobia institucionalizada que se vive en el país gobernado por Putin. Tras ser arrestada el domingo, la italiana afirmó que la policía le había tratado con sumo respeto (al contrario que a las Pussy Riot que han denunciado una violencia policial excesiva) pero que le habían advertido que no podía promover consignas pro-LGTB en público.

Ante este flagrante ataque a sus derechos, la activistas italiana no tardó en pensar una nueva iniciativa y el lunes asistió a un partido de hockey hielo ataviada con un tocado arcoíris y una bandera LGTB. Lo que en cualquier país de occidente no pasaría de mera anécdota, en Rusia se ha convertido en una especie de ataque a la patria y esta indumentaria le ha supuesto una segunda detención y la expulsión definitiva del país.

Ante este ambiente orwelliano en el que cualquier síntoma de pensamiento crítico es visto como un peligro, la expulsión hay que entenderla como un bien general. Es positiva puesto que la activista no va a sufrir los peligros de los calabozos rusos, es positiva puesto que Rusia se ha retratado en su lócura homófoba y es positiva puesto que también ha servido para ver la verdadera cara del COI, un rostro que se muestra impasible ante el sufrimiento de los otros

Como ha indicado la propia Vladimir Luxuria:

 ‘Creo que es importante tener la oportunidad de hablar a nivel internacional sobre estas cosas porque, de otro modo, estas cosas suceden en Rusia nadie lo sabe y a nadie le importa’