A una década después de que Kosovo declarara su independencia de Serbia, la región se vistió con los colores del arcoiris celebrando su primer desfile de orgullo LGBT en Pristina el pasado martes 10 de octubre, evento convocado por nueve organizaciones no gubernamentales con el objetivo de combatir los prejuicios de una sociedad compuesta por 1,9 millones de personas de las que casi la mitad fueron menores de edad. Con fuertes medidas de seguridad debido a las amenazas, participaron alrededor de 300 personas desfinaldo por la calle principal de la capital de este pequeño país balcánico con el objetivo de promover los derechos de homosexuales, bisexuales y transexuales.
‘No hay género en el amor‘ se leía en algunas de las pancartas del desfile gay al que se unió durante breves instantes el presidente del gobierno, Hashim Thaçi, junto con algunos ministros y representantes de los principales partidos políticos con la intención de transmitir un mensaje de apoyo por parte de las instituciones a la comunidad LGBT, reiterando la igualdad de todos los ciudadanos. ‘No dejaremos que nadie en Kosovo ejerza miedo y amenazas contra individuos o grupos‘, declara Thaçi, haciendo referencia a las amenazas que de manera anónima habían llegado por correo electrónico a algunos de los organizadores de la marcha, en las que solicitaban ‘matar a aquellos que son inmorales‘.
‘Estamos aquí para mandar un mensaje de amor, incluso a aquellos que se oponen a nosotros, porque creemos en la diversidad y mantenemos el amor también hacia quienes nos odian’, declaró Lendi Mustafa, activista de 21 años de edad y uno de los promotores de la manifestación.