Conocemos gracias al medio The Local que el grupo juvenil del Partido Conservador de Noruega se encuentra presionando a su Primer Ministro -del mismo signo ideológico- para que sostenga en Sochi una protesta contra ‘las violaciones de los derechos humanos’ y que apoye a la comunidad LGTB que en Rusia ‘siente que su amor es prohibido’.
Esta petición se produce después de la campaña del grupo LGTB del Partido Laborista, en la oposición, pidiera a Solberg que llamara al boicot de los JJOO en protesta por las nuevas leyes anti LGTB rusas. Algo que los jóvenes conservadores valoran como una ‘solución cobarde.’
En una entrevista radiofónica Paul Joakim Sandoy ha manifestado:
El movimiento gay, tanto en Noruega como en el extranjero, defiende que lo peor que puede hacer es no asistir’
Los Jovenes Conservadores defienden que Solberg debería portar una insignia para satisfacer a los grupos activistas de derechos humanos y expresar a las autoridades rusas la preocupación de Noruega sobre la negación de derechos a la comunidad gay rusa.
En respuesta, la Primer Ministro Solberg ha afirmado que no decidirá llevar la insignia hasta que no haya oído los argumentos y consejos de los grupos de activismo LGTB.