El pasado sábado 19 de octubre conmemoramos internacionalmente el Día de la Despatologización Trans. En esta fecha asociaciones de todo el mundo se unen con el objetivo de que tanto la “disforia de género” como los “trastornos de la identidad de género” salgan de los catálogos diagnósticos, así como por la lucha por los derechos sanitarios de las personas trans.
A pesar de que la Asociación Americana de Psiquiatría ha desestimado finalmente la aparición del llamado ”trastorno de identidad de género” de su manual de trastornos mentales -referencia mundial en este campo- en España, el cambio de documentación y los derechos sanitarios para las personas trans pasan por un diagnóstico que las encasilla como enfermas mentales.
En este sentido, FELGTB ha publicado un comunicado en le que quiere recordar y dar voz a la infancia y la juventud trans, a quienes el sistema actual excluye del derecho al cambio de documentación, así como del acceso a los tratamientos sanitarios que puedan necesitar por su identidad de género.
La vulnerabilidad de las y los menores trans se agrava en cuanto se suprime la formación en diversidad sexual en las escuelas y no se implementan medidas contra el bullying por homofobia, transfobia y bifobia.
Además, tanto los derechos legales, como los sociales o sanitarios siguen ligados en España a un diagnóstico médico, pese a que el Congreso de los Diputados en 2010 aprobó un acuerdo apoyando la despatologización trans. Si la transexualidad no es una enfermedad, no puede diagnosticarse.
‘Nuestros menores transexuales no son enfermos mentales y requieren de la protección del Estado, como el resto de niños y niñas. Su libre desarrollo está garantizado por nuestra Constitución, y para ello es necesaria la intervención educativa y la lucha activa contra la transfobia”, ha destacado Mané Fernández, coordinador del Área de Transexualidad de la FELGTB.
Boti G. Rodrigo, presidenta de la FELGTB, ha querido recordar que “mientras algunas instituciones médicas señalan con el dedo a las personas transexuales, desde la FELGTB queremos señalar el verdadero problema: es la transfobia la que mata, no sólo a sangre y fuego, también con exclusión y pobreza que, en ocasiones, llevan al suicidio. Debemos poner fin a la discriminación por identidad de género”.