El servicio de autocompletado de Google es como un estudio antropológico pero en su versión 2.0. Los algoritmos que se utilizan para ofrecer esta herramienta están en constante renovación y en cierto modo es un reflejo neutro de lo que la sociedad opina, puesto que los resultados que aparecen son fruto de de la actividad de búsqueda de todos los usuarios de la web y del contenido de las páginas web indexadas por Google.
En este sentido, el autocompletado difiere en función de variables como la región y el tiempo, pero tiende a ser consistente en sus resultados, y la importancia de estos resultados radica en su veracidad.
Si bien en las encuestas públicas un buen porcentaje de gente miente porque responden pensando en lo que otras contestarán, por esa deseabilidad social, por sentirse dentro de un colectivo más amplio, en el mundo de Google ocurre todo lo contrario. Beneficiándose de toda la extensión del término anonimato, la gente aprovecha la oscuridad de la soledad para plantearse todas aquellas cosas que resultan demasiado incómodas como para hacerlas en público, a plena luz del día y con un café por medio.
Homofobia desde el sillón
Al igual que en ocasiones Twitter se convierte en una barra de bar a altas horas de la madrugada, el peligro del buscador de Google es demostrar todas las miserias de la sociedad. Tomando como ejemplo la campaña organizada por la ONU, varios medios anglosajones (‘Instincmagazine’, ‘Queerty’) han sustituido el término ‘mujer’ por el término gay, y lo cierto es que los resultados son igual de terribles.
Los resultados han sido los siguientes:
1- ‘Gays should…’
‘…be killed’
‘…die’
‘…not adopt’
2- ‘Gays need to…’
‘…be put to death’
‘…stop whining’
‘…shut up’
3- ”Gays cannot…”
”…donate blood”
”…adopted”
”…give blood”
Sin lugar a dudas, los resultados son repugnantes. Y ahí no termina la cosa puesto que si uno sustituye la palabra ‘gay’ por la palabra ‘negro’ o ‘musulmán’ uno puede comprobar hasta que punto esta viciado el planeta. Para aquellos integrados que afirman que vivimos en una feliz aldea global, los resultados homófobos de la herramienta de Google suponen una bofetada de realidad que desmonta todas sus teorías…para el resto, es un buen motivo para seguir trabajando por un futuro sin prejuicios.