Las declaraciones del alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, son tan turbias como sus relación con Berlusconi y Forza Italia. Brugnaro es uno de los hombres más ricos de Italia, pero ni todo el dinero del mundo podría silenciar las polémicas que ha protagonizado en los dos meses que lleva en el cargo.
”¿Homófobo? No, tengo amigos homosexuales”… en una entrevista concedida a ‘La Repubblica’, Brugnaro responde a la cuestión de su homofobia utilizando la típica contestación del no menos típico mermado que ”tira la piedra y esconde la mano.”
Brugnaro es un gran empresario (si utilizamos los preceptos capitalistas para calificarlo) pero no está a la misma altura en el terreno de la política. A pesar de que afirma no ser homófobo sus actos desmienten a sus palabras. Y es que la primera decisión de Brugnaro, apenas nueve días después de tomar el cargo, fue la de prohibir en las escuelas los libros que muestren familias homoparentales.
Delirios, bajezas e improcedencias
Al igual que Montoro en España, Brugnaro tiene el tic del político y cada vez que concede una entrevista se mancha de barro hasta las cejas. Si en su primera charla con los medios italianos afirmaba que iba a retirar los libros que ofrecen a los niños una educación más completa puesto que muestran los nuevo modelos familiares, en su nueva charla con ‘La Repubblica’ ha indicado que quiere prohibir la celebración del Orgullo en Venecia.
Las declaraciones de Brugnaro ya han sido contestadas, con la decisión que se merecen, por varias asociaciones de carácter LGTB italianas que han indicado que:
Brugnaro es un vándalo de la democracia: los venecianos pueden estar tranquilos, el orgullo no lo decidirá el alcalde. Las asociaciones LGTB deciden que ciudad del Veneto celebrará el orgullo, un evento que es una defensa de la libertad y los derechos, algo que ahora Venecia necesita más que nunca. Después de los insultos a Elton John, Brugnaro ahora amenaza asociaciones LGTB. Arcigay y el resto de asociaciones asociaciones del Veneto no serán intimidadas, y la ciudad de Venecia tampoco será intimidada: El orgullo es el guardián de los derechos y libertades de todos.’