La campaña de represión a la comunidad gay egipcia avanza un paso más gracias a las acciones de su gobierno. En las últimas dos semanas, decenas de personas que apoyan la homosexualidad, han sido arrestadas en varias ciudades de Egipto después de que el pasado 22 de septiembre se ondearan varias banderas arcoíris en un concierto del popular grupo libanés Mashrou’ Leila.
De acuerdo a la Iniciaitva Egipcia por los Derechos de las Personas (EIPR en sus siglas en inglés), la cifra de detenidos asciende a 57 e incluye residentes en ciudades del país que nada tuvieron que ver con el incidente del concierto. De estos, al menos una treintena han sido ya procesados. A los cargos habituales contra la comunidad gay, como lujuria o incitación al vicio, se ha añadido esta vez el de pertenencia a una organización ilegal.
El acto discriminatorio del gobierno egipcio se agrava tras la denuncia de que varios de los arrestados en Egipto habrían sido sometidos a pruebas anales, lo que ha suscitado la condena de varias organizaciones de derechos humanos, tanto egipcias como internacionales. ‘Los tests anales forzados son equiparables a la tortura. No hay ninguna base científica para esas pruebas y no pueden estar justificadas bajo ninguna circunstancia’, denuncia Najia Bounaim, directora de la campaña de Amnistía Internacional para el norte de África. ‘Es completamente absurdo que investiguen el incidente de la bandera como un acto criminal. Nadie debería ser castigado por expresar su solidaridad con las personas LGTB‘, añadió Bounaim.
Cabe mencionar que el Código Penal egipcio no prohíbe de forma expresa la homosexualidad, sin embargo esto no ha detenido al gobierno de Egipto para continuar hostigando y violando los derechos de su comunidad LGBT.