Chris Pawley y Corey Lorde estaban disfrutando del concierto de Ariana Grande en Manchester cuando un atentado terrorista ensombreció el panorama. Ayer la pareja caminaba por la Rambla de Barcelona momentos antes del terrible ataque que tiene devastada a la capital catalana.
Una decisión fue la que les salvó la vida en ambas ocasiones. Minutos antes de que ocurriera el atentado terrorista en Manchester, Chris y Corey habían decidido retirarse del lugar. De igual forma, ayer la pareja decidió interrumpir su paseo por la Rambla para pasar por el hotel donde se hospedaban.
Los chicos expresaron la enorme sorpresa y alivio que sintieron al haber sido víctimas potenciales en ambas ocasiones. “Es algo que te cambia la vida”, dijo Chris. Él y Corey se encontraban visitando Barcelona para disfrutar del famoso festival LGTB Circuit Festival.
Tras escuchar las sirenas de las ambulancias y gritos de la gente Chris y Corey lo supieron: habían sobrevivido a una terrible catástrofe de nuevo. “Es como volver a despertar. Suena típico, pero es así. Ya lo sentimos así tras el Manchester Arena. Si no hubiésemos decidido irnos en ese momento, un poco antes de que acabase el concierto, estaríamos muertos”, confesó Corey.
“Todavía no puedo entender por qué un ser humano querría causar tanto daño y dolor. Tengo el corazón roto al saber cuántos adultos y niños han perdido su vida. El maldito bastardo que hizo esto sabía que en el concierto de Ariana habría principalmente niños. No soy una persona religiosa pero sin duda anoche había alguien cuidando de mí y de Corey. Nos dirigimos a la entrada principal para salir, un poco antes de la hora a la que habitualmente nos vamos de un concierto. Comentamos lo llenísimo que estaba debido a la cantidad de padres que esperaban a sus hijos. Treinta segundos después explotó una bomba a 20 metros de nosotros”. Así se expresó Chris.
¿Buena suerte o mala suerte?
Tras las experiencias vividas y los mensajes de preocupación de sus familiares, Chris comprendió algo: “Era horrible pero a la vez solo pensaba en que nos habíamos librado del horror por segunda vez. Nuestros amigos y familiares nos escribían para decirnos que parecía que teníamos muy mala suerte, que nos perseguían los atentados yihadistas, pero yo creo que en realidad tenemos muchísima suerte”.