El reconocimiento y desarrollo libre de la identidad de género a edades tempranas es una de las principales batallas que actualmente enfrentan las asociaciones de familias con hijos transexuales, puesto que por mucho que apoyen la expresión del género sentido por los menores, encuentran serias trabas en la comunicación con la Administración y sus instituciones, como pueden ser la escolar, la sanitaria o la judicial.
Para evitar la distorsión que enfrentan los menores trans al ser reconocidos ”de puertas para adentro” mientras el mundo exterior cuestiona su naturaleza de género, el Ejecutivo chileno ha presentado una docena de enmiendas a la Ley de Identidad de Género para responder de manera equitativa a este choque.
Según ha comunicado el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, el proyecto de Ley, que lleva inscrito en el Parlamento desde el pasado 2013, no respondía a las necesidades de la población transexual, razón por lo que recibió duras críticas desde el inicio de su singladura legislativa.
Las indicaciones; sancionadas por la presidenta Bachelet, el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, y la titular de Justicia, Javiera Blanco; han sido consensuadas con asociaciones de activismo como Fuerza Trans y el propio Movilh, que mantuvieron varias reuniones con los ministerios para reformular dicho proyecto legislativo.
¿Qué introduce?
- Uno de los aspectos más interesantes de las enmiendas al Proyecto de Ley es contempla el cambio ágil de nombre y sexo legal de menores en los tribunales de familia.
- El juez no podrá oponerse a las peticiones ni hacer exigencias médicas de ningún tipo a las personas solicitantes.
- Para el proceso no se requerirán abogados y el trámite no podrá exceder los seis meses, desde iniciada la solicitud hasta entregado los nuevos documentos por el Registro Civil.
- Junto a lo expuesto, la propuesta del Gobierno permite que niños, niñas y adolescentes pueda cambiar su nombre y sexo legal, siempre con su expreso consentimiento y efectuando el trámite a través de sus representantes.
No obstante, sí existe alguna salvedad por la que el juez puede oponerse a la petición, en virtud del interés superior del niño. Para amortiguarla, cuando la persona cumpla mayoría de edad podrá solicitar el cambio de nombre y sexo legal de nuevo, a diferencia de los adultos que sólo lo pueden hacer una vez.
Tal y como expone la propuesta gubernamental, se ha estipulado la entrada en vigor de la ley un año después de su publicación en el Diario Oficial -equivalente al Boletín Oficial del Estado-. Sin embargo, las asociaciones activistas ya han comenzado a persuadirle para intentar acortarlo.
En palabras de María Isabella Aguayo, activista trans del Movilh:
Esperamos que la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Jacqueline Van Rysselberghe, acelere ahora la discusión de la ley de identidad de género y, por cierto, que el Congreso apruebe y respalde todas las indicaciones para mejorar la iniciativa.’