Se suceden las críticas por parte de la comunidad internacional a Goodluck Jonathan, presidente nigeriano, tras firmar el pasado lunes la ley que prohíbe las ‘relaciones amorosas’ entre las personas del mismo sexo, la pertenencia a organizaciones de defensa de los Derechos Humanos de los homosexuales -por no hablar del matrimonio- y que contempla penas de hasta 14 años de prisión.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha sido el último representante de la alta política que ha expresado su rechazo y temor ante la clara posiblidad de que la ley ‘avive los prejuicios y la violencia’ hacia los homosexuales. En ese mismo sentido, también ha hecho referencia a los arrestos realizados a supuestos homosexuales, que según algunas informaciones han sido torturados para obtener una confesión. En sus propias palabras:
Tal y como ONUSIDA y el Fondo Globan resaltaron en un comunicado ayer, la ley también supone un riesgo por obstruir respuestas efectivas para el VIH y el sida’
Más de 35 millones de personas de todo el mundo están infectadas con el VIH, de los que unos 25 millones viven en África subsahariana. Mientras que algunos países han hecho progresos para combatir la enfermedad, Nigeria continúa sin dar una respuesta adecuada.
Desde el año 2006 se han propuesto dos leyes similares en el país, que finalmente no fueron aprobadas por el Parlamento. Bajo la actual normativa federal, la sodomía está penada con la cárcel, pero la nueva ley va más allá y contempla más casos para perseguir la homosexualidad.