Como bien sabemos el arcoíris ha sido catalogado como un símbolo de la comunidad LGBTI por ser muy parecido a la bandera gay (aunque no es lo mismo). Pero parece que algunas personas no están de acuerdo con que este fenómeno de la naturaleza sea asociado con lesbianas, gays, bisexuales y toda la diversidad sexual.
Al menos para el cura Jonathan Campbell, quien dejó claro en uno de sus últimos sermones que el arcoíris, el causado por el reflejo y dispersión de la luz, tan sólo le puede pertenecer a Dios. Cosa que nos parece egoísta porque también puede pertenecerlo a los heteros ¿o no?
Y no es que la comunidad haya asociado al arcoíris como símbolo gay sino que con los años la misma sociedad lo fue poniendo en nuestro camino, así que ahora es muy común verlo en cualquier sitio gay.
Así que una vez más nos encontramos con un caso en el que la religión se vuelve a enfrentar a la homosexualidad, aunque ya hayan salido muchas noticias sobre personas religiosas que aceptan a los gays.
Recordemos el caso del padre que dijo que “ser homosexual es un Don de Dios” o aquel otro caso en el que el Papa Francisco felicitó el bautizo de tres niños que fueron adoptados por un matrimonio gay.
No cabe duda que aún nos falta mucho para que la Iglesia y la comunidad LGBTI puedan convivir mejor.