A pesar de que el matrimonio igualitario todavía se ve como una entelequia en Italia, desde hace unos meses varias ciudades han comenzado a reconocer los oficiados en el extranjero, al igual que hacen con los de las parejas hetero en la misma situación a su regreso a Italia.
Estas uniones, que son registradas en los Ayuntamientos municipales que así lo permiten, son bastante útiles e importantes, pues resuelven problemas sobre seguros de salud, beneficios sanitarios y pensiones, entre otros….
En un alarde de mojonería extrema, el ministro del Interior Angelino Alfano ha enviado una ordenanza a todos los Ayuntamientos italianos instándoles a que cesen de reconocer la validez de los matrimonios homosexuales extranjeros, enardeciendo las quejas de las asociaciones LGTB y las entidades pro derechos humanos.
”Ideológicamente homofóbico”
El ministro, que se encuentra enfrentando merecidas críticas por homofobia, ha declarado que su posición no es contra las personas homosexuales, sino en consonancia con su ideología (= discriminar a las minorías de género y sexuales).
Por fortuna, varios integrantes del funcionariado de la ciudad de Nápoles han anunciado que recurrirán a los tribunales para impugnar la directiva enviada por Alfano.
El inicio del reconocmiento de los matrimonios homosexuales registrados fuera de Italia tuvo lugar en abril de este mismo año, cuando un tribunal de la ciudad toscana de Grosseto falló a favor de una pareja gay que quería que su matrimonio, oficiado en EEUU, fure reconocido en los registros de su ciudad de residencia.
Una encuesta llevada a cabo a nivel nacional estimó que sólo un 25% de la población italiana respalda el matrimonio igualitario, mientras que un 85% estaría a favor del reconocimiento de la unión civil homosexual.