‘We should all be feminists’: educando a la juventud sueca en la igualdad de género
La traducción al sueco del libro ‘We should all be feminists’ de la activista africana Chimamanda Ngozi Adichie no ha podido tener mejor recibimiento. Y es que de manera simultanea al anuncio de la traducción del libro la Swedish Women’s Lobby, asociación que engloba hasta a 45 organizaciones femeninas, ha indicado que ha realizado 100.000 copias del mismo que han sido repartidas en todos los institutos del país.
El ensayo de 64 páginas, es una adaptación de la charla de Adichie en el TEDx y que fue publicado el año pasado en inglés. A través de sus experiencias como mujer que ha nacido y crecido en Nigeria, ‘We should all be feminist’ nos ofrece un exhaustivo análisis de las diferencias entre los géneros.
El trabajo nos muestra la mayor o menor presencia del heteropatriarcado en nuestra sociedad, los numerosos beneficios que aporta la igualdad de género (Adichie insiste con frecuencia en los efectos negativos de los estereotipos que dibujan a una mujer sumisa y a un hombre que no puede mostrar ningún signo de vulnerabilidad) y de los métodos más eficaces para acercarnos a esta situación más justa para todxs.
La propia autora ha recibido con un entusiasmo inusitado el anuncio de que su libro se haya convetido en una nueva referencia educativa para los adolescentes del país. Y es que la propia Adichie ha indicado que su ensayo va a tener un mayor impacto en los adolescentes que en las generaciones más mayores:
Es muy difícil deshacerse de años y años de condicionamiento y no sólo relacionados con los problemas de género. Podemos hablar de acceso a puestos de liderazgo, pero también está el condicionamiento cultural que tanto hombres como mujeres tienen y creo que eso es muy difícil de deshacer. Toda mi esperanza ahora se invierte en los jóvenes. Son los que van a rehacer el mundo.’
Clara Berglund, presidenta del Swedish Women’s Lobby, ha ofrecido unas declaraciones en las que sigue la misma senda que la autora del ensayo y ha querido insistir en la importancia didáctica de ‘We should all be feminists’:
Este es el libro que todos mis compañeros de clase varones tendrían que haber leído cuando tenían 16 años. Es un regalo para todos los estudiantes de la escuela secundaria de segundo grado, pero también es un regalo para nosotros y para las generaciones futuras.’