Un simple paseo por Nueva York sirve para sacar el peor rostro del sexismo

Shoshana B. Roberts, una voluntaria en pantalones vaqueros y camiseta negra, caminó durante diez horas por las calles neoyorquinas y grabó en vídeo el resultado: lo que recibió todo el rato por parte de hombres fueron miradas, groserías e invitaciones para citas continuas.

Rob Bliss, el director del vídeo -que ya se ha convertido en viral- ha asegurado en un correo al diario TIME que nada de lo que grabó fue un montaje. ”Lo que hice fue caminar delante de ella con auriculares, gafas de sol y un agujero en la parte de atrás de mi camiseta, en donde llevaba escondida una cámara GoPro’.’

Yo no tenía ningún contacto con ninguno de estos chicos, la idea era ser un muro de piedra y dejar que todo el mundo rebotara en nosotros’.’

Por su parte, la protagonista del experimento también confesó cómo se sintió. ”Me acosan cuando sonrío y me acosan cuando no lo hago. Me acosan hombres blancos, negros y latinos”, apunta Roberts. ”No hay un sólo día en el que no experimente esto”, concluyó.

Este ensayo es tan sólo un ejemplo del sexismo que existe en las calles de muchas ciudades del mundo entero, una prueba más que confirma la importancia de este problema y que pone en duda la vulnerabilidad e inseguridad que sufren las mujeres cada día.

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