Uganda prepara una nueva -y dura- legislación contra el colectivo LGTB
El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Pero si además uno se llama Yoweri Museveni, vive bajo los preceptos del fundamentalismo cristiano, gobierna en Uganda como si de su particular señorío se tratara (como su antecesor Idi Amin, genialmente retratado en la cine ‘El último rey de Escocia’)… parece ser que lo de tropezar con la misma piedra (en este caso la LGTBfobia) se convierte en un deporte.
A pesar de las protestas en sus países vecinos, a las presiones internacionales, y a que el propio Tribunal Constitucional ugandés tumbó la anterior ley anti gay propuesta por Museveni, el gobierno ugandés ha decidido permanecer en con su bochornosa actitud contra el colectivo LGTB.
El ministro, que ha hablado bajo condición de anonimato, ha afirmado que la legislación propuesta será una versión del Acta Contra la Homosexualidad, que fue declarada inconstitucional en el mes de agosto en medio de la presión de la comunidad internacional.
Una ley más restrictiva
El activista pro derechos del colectivo homosexual Frank Mugisha ha asegurado que, según una copia filtrada de la ley, ésta será más dura que la aprobada previamente:
Sólo han manipulado el lenguaje, pero sigue siendo lo mismo. De hecho, es peor, porque la parte de la ”promoción” es más dura, y puede afectar a todo el mundo. Si los periódicos informan sobre la homosexualidad podría ser visto como la promoción. Mi cuenta de Twitter podría ser visto como la promoción. Todos los grupos de derechos humanos que incluyen la defensa de los derechos LGTB en sus actividades podrían ser acusados de promoción.’
Actualmente, en Uganda la homosexualidad se condena con la cárcel y la normativa de Museveni establecía además la cadena perpetua y la prohibición de las asociaciones LGTB.
Según un estudio de las Minorías Sexuales de Uganda, desde que se votó la ley se ha registrado un incremento del acoso, el chantaje, los desalojos y la tortura hacia los homosexuales. El Proyecto de Refugiados de la Ley también ha visto censuradas varias de sus actividades por ‘promover la homosexualidad’, según el Gobierno.