Los padres gays… ¡son mejores padres!
¡Sí! Los padres gays… ¡son mejores padres!
No es la primera vez que algún radical religioso ultraconservador estadounidense, como el juez W. Mitchell Nance, la Secretaria de Educación de los Estados Unidos, Betsy DeVos, y aquellos que defienden la libertad religiosa en estados como Texas, Alabama y Dakota del Sur, legislando contra la adopción por parte de parejas homosexuales, se parapetan en la ausencia de estudios sobre las familias homoparentales para defender la discriminación.
Sin embargo, sí existen estudios sobre este tipo de familias, como el de la Universidad de Kentucky, que afirma que los hijos adoptados por familias del mismo sexo evolucionan con la misma normalidad que aquellos que fueron adoptados por familias de distinto sexo, al que se añade ahora un nuevo estudio de Rutgers, la Universidad Estatal de Nueva Jersey, que sostiene que los padres homosexuales son más propensos a involucrarse en las vidas de sus hijos que los padres heterosexuales.
Andrew Leland es el investigador y aspirante a doctor en educación que ha llegado a estas conclusiones, quien está estudiando cómo crece el número de hombres casados con otros hombres que están criando a sus hijos, afirmando que, dentro de niveles socioeconómicos similares, ha encontrado pocas diferencias entre las familias del mismo sexo y las de distinto sexo, aunque sí alguna, concluye después de entrevistar a 20 familias homoparentales.
En primer lugar destaca la dificultad para localizar las familias homoparentales, dado que no están censados como tales actualmente, estando previsto que comiencen a hacerse un censo oficial a partir de 2020, pero las encuestas demográficas confirman que se trata de un modelo familiar en crecimiento al contabilizar 30.000 familias en 2010 y casi 40.000 en 2015, por lo que el modelo de familias de parejas del mismo sexo están en crecimiento.
La segunda particularidad del estudio resalta que los padres de las familias homoparentales siguen el mismo modelo que los padres de las familias heterosexuales: la familia tradicional. Cuando ambos miembros de la familia trabajan recurren a niñeras, guarderías o parientes cercanos para obtener el apoyo que necesitan para criar a sus hijos, mientras que en las familias en las que uno de los dos miembros gana más que el otro, o uno trabaja y el otro no, uno de ellos sostiene económicamente a la familia, mientras que el otro asume la mayor parte de las tareas domésticas.
Quizás el punto que marca la diferencia entra un modelo de familia y el otro es la involucración de los padres en la vida de sus hijos.
Los padres gays se involucran de manera activa en el aula, ayudando voluntariamente a los profesores en las tareas que necesiten o convirtiéndose en miembros activos de las asociaciones de padres de alumnos y organizando eventos y actividades extraescolares, incentivando en sus hijos hábitos como las visitas a museos y bibliotecas o la participación en actividades extracurriculares.
Una conclusión avalada por una encuesta realizada a gran escala en 2008 por la Gay Lesbian Straight Education Network, centrada en la seguridad de los estudiantes relacionados con el colectivo LGBT, que tras entrevistarse con 588 padres de familias homoparentales, también había concluído que son más propensos a participar en actividades escolares que los padres heterosexuales.