El ministro de Sanidad noruego llevará a su esposo a los JJOO de Sochi

Hoie consideró que es natural llevarse a su pareja a acontecimientos de este tipo, según declaraciones que hizo al diario ‘Stavanger Aftenblad’ recogidas hoy por la televisión pública NRK.

Dicho esto, todo el mundo entenderá, al participar como dos hombres casados, lo que pensamos sobre los derechos de los homosexuales’

Hoie y su esposo estarán en Sochi del 14 al 16 de marzo, los últimos tres días de los Paralímpicos, que comienzan el día 7 de ese mes, dos semanas después de que finalicen los Juegos Olímpicos de Invierno en esa ciudad balneario rusa del mar Negro.

La cuestión de la homosexualidad se ha convertido en uno de los aspectos más polémicos en relación con los Juegos de Sochi, después de que los países occidentales hayan tachado de homófobas determinadas iniciativas del Kremlin.

Rusia aprobó en junio pasado una ley que prohíbe la ‘propaganda’ homosexual entre los menores de edad, aunque el presidente ruso, Vladímir Putin, ha reiterado varias veces que en su país no se persigue a nadie por practicar la homosexualidad.

Carrusel de disidentes

La actitud del dirigente noruego se puede considerar como beligerante (bendita beligerancia, por otro lado), pero se enmarca a la perfección con la tendencia de la política internacional. Empezando por EEUU (que en su delegación presidencial anuncio que no asistiría el presidente y sí un buen puñado de atletas abiertamente homosexuales) y siguiendo por Alemania (cuyo presidente se convirtió en la primera figura política de primer nivel en negarse a asistir a Sochi), Hollande también se ha sumado al carro y ha negado su asistencia, al igual que la vicepresidenta de la Comisión Europea que fue tajante al confirmar que no iba a asistir a los JJOO puesto que:

Las minorías, incluidas las étnicas y LGTB, viven bajo una creciente hostilidad del régimen ruso. Específicamente, la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley Anti Propaganda, limitan severamente la libertad de expresión de las personas que defendemos los Derechos Humanos.’

Además, el último en unirse a la terna de disidentes ha sido el embajador de EEUU en Rusia, que ha afirmado que tras los JJOO dejará su puesto y aunque ha indicado que sus motivos son familiares es más que público el desencuentro con las autoridades rusas puesto que se ha reunido con con activistas defensores de los Derechos Humanos y líderes opositores.

Desde luego que todo apunta a que estos serán los peores JJOO de la historia (con el miedo que teníamos a que el titulo se lo hubiese llevado Madrid 2020), mientras tanto, nosotr*s seguiremos reclamando eso de ante la homofobia de los JJOO, tolerancia cero.

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