Alan Turing, la vida del hombre que derrotó a los Nazis
Alan Turing, trabajó para descifrar los códigos nazis encriptados por la máquina enigma alemana.
Aunque es considerado uno de los padres de la computación, aportando mucha información a lo que hoy llamamos algoritmo, nuestra intención es mostrar al hombre detrás de estos logros.
Alan era un niño con hambre de conocimiento
Debido al trabajo de su padre, Alan pasó gran parte de su infancia en la India, donde mostró un gran interés por la lectura, por los números y por los rompecabezas, algo fuera de lo común para un infante.
A la edad de ocho años, Turing encantado por la química, diseño su primer laboratorio en su casa, lo que lo llevó a tener conocimientos empíricos y a no conformarse con la teoría de la escuela.
Justo antes de cumplir la mayoría de edad, Alan conoció a lo que sería su primer amor, su amigo Christopher Morcom.
Con Morcom, Alan compartía su pasión por los números y el conocimiento, fue Christopher el primero que creyó en las habilidades de Turing y quién lo impulsó a continuar. Desafortunadamente Morcom murió pronto, la tuberculosis los separó.
Fue entonces que Alan, comenzó a cuestionarse acerca de la fe, pues la muerte de su amigo, destrozó toda creencia en un ser divino. Así fue como llegó al ateísmo.
Pocos saben que Alan Turing tenía una condición digna de un atleta olímpico. En una ocasión, recorrió 90 kilómetros en bicicleta, tan sólo para acudir a su escuela.
Homosexualidad y muerte de Turing
En 1952, a sus 39 años, Alan fue acusado por “indecencia grave y perversión sexual”, al admitir a la policía su homosexualidad. Un amante de Turing, junto con un complice entró a robar a su casa, al denunciarlo, fue que admitió su homosexualidad.
Esos fueron los mismos cargos que imputaron a Oscar Wilde poco más de 50 años antes.
Al no defenderse, pues Alan estaba convencido de que no era algo malo, fue procesado, se le dio opción de la prisión o la castración química para reducir su libido.
Alan escogió inyecciones de estrógeno, que cambiaron su físico como subir mucho de peso, y el crecimiento de su pecho para después causarle disfunción eréctil.
Dos años después falleció por envenenamiento con cianuro, el cuál había colocado previamente en una manzana, la cual no alcanzó a terminar de comer.
Su muerte, aunque es considerada un suicidio, en realidad no se ha aclarado, pudiendo ser más bien un asesinato.