No amigos, Caitlyn Gener no fue la primera mujer transexual que posó para Playboy. Mucho antes que ella, en 1981, Caroline “Tula” Cossey le mostró al mundo su sensualidad, que paralizó a más de uno, en la famosa revista del conejito.
Caroline, antes Barry, siempre se identificó como un niño, únicamente porque tenía pene. Sin embargo, cuando creció pasó por un proceso muy duro para darse cuenta de que en realidad deseaba ser una mujer. “Lo vi todo claro cuando conocí a otros transexuales”, reveló Tula. Así que decidió comenzar su cambio de sexo de manera gratuita en Reino Unido.
Tula tuvo que someterse a un examen psicológico para determinar si era apta para la reasignación de sexo. La espera duró dos años. “Empecé a trabajar como stripper para ganar el suficiente dinero como para pagarme yo sola la operación. Y siempre como mujer”, cuenta Tula.
El primer cambio fueron los implantes mamarios, aunque para lograr su sueño Tula vivió una auténtica telenovela. Así lo relató: “Un hombre rico dijo que un amigo suyo pagaría lo que fuera por ver un cuerpo como el mío. Y no fue el único: me enamoré de un kuwaití millonario con el que me mude a su país. Pero me dijo que si quería continuar la relación, no podía terminar con mi reasignación de sexo. Así que lo dejé”.
En 1974 Tula consiguió el suficiente dinero para costear la cirugía que la convertiría en mujer definitivamente. “Me llevó mucho tiempo acostumbrarme, me tomé un tiempo antes de la cirugía para plantearme si era lo que realmente quería. Tu género no depende de lo que tienes entre las piernas. Sé que muchos transexuales tienen prisa por deshacerse de unos genitales con los que no están conforme, pero eso no es quienes son”, declaró Tula.
Su paso por Playboy y su intento de suicidio
Tula también fue una chica Bond. Gracias a la belleza que la chica proyectaba en la pantalla grande, fue invitada por la revista Playboy para modelar entre sus páginas.
Sin embargo, todo se volvió gris para Tula cuando en 1982 el periódico News of the World hizo una mala jugada y consiguió su acta de nacimiento, descubriendo su verdadera identidad. Tula se sintió tan humillada que intentó quitarse la vida después del escándalo.
“Cuando sucedió, sólo quise esconderme. Incluso intenté suicidarme. Me sentía avergonzada, humillada. Fue horrible, hasta que un día simplemente me levanté y pensé que no podía avergonzarme de algo sobre lo que no tenía ningún control”, confesó.
En 1991 Tula publicó su autobiografía, en la que también narró su enfrentamiento con la Comisión Europea para que reconociera su género. Fue entonces que Playboy volvió a llamarla para realizar con ella el número titulado “La transformación de Tula”.
“Todo había cambiado. Quise hacerlo porque quería demostrar a todos los heterosexuales que leían Playboy que las personas transexuales podemos ser sexys y atractivas, fue mi forma de ayudar a tirar abajo los prejuicios”, declaró Tula.
Caroline “Tula” Cossey hoy tiene 63 años, y es un ícono dentro de la comunidad transexual.