La guía definitiva sobre el sexo anal
Por mucho tiempo el sexo anal estuvo encasillado en la categoría homosexual, aunque existen muchas personas homosexuales a las que ciertamente no les gusta tener relaciones de esa forma.
Algo que debes tener en cuenta antes de aventurarte al mundo del sexo anal es que el ano no se dilata de una manera automática como sucede con la vagina, por parte de una respuesta sexual. Así que tú debes encargarte de que esto suceda.
¿Cómo?
Introduce en tu ano los dedos índice y medio, perfectamente lubricados con un producto a base de silicona, o agua. Evita usar aceite de bebé u otras sustancias. Debes iniciar estimulando los músculos externos que rodean el ano. Sentirás como poco a poco este se va dilatando. Mientras más tiempo lo hagas mayor será la dilatación, y mejor la penetración.
Debes penetrar primero con un dedo, poco a poco, sin llegar al fondo. Después introduce ambos dedos (índice y medio). Si percibes dolor debes regresar al paso 1. Cuando ya te sientas lista o listo puedes comenzar a introducir algún dilatador o el pene.
Lo más importante es que uses condón ya que es una zona séptica, es decir, está repleta de bacterias, además por ser una zona muy vascularizada siempre se van a romper vasos sanguíneos y por lo tanto es la vía que está más propensa a contraer infecciones de transmisión sexual.
Si conforme se está haciendo la penetración tu pareja siente alguna incomodidad deben rigurosamente regresar al paso 1.
No olvides que…
- En el sexo anal el condón NO es negociable
- Algunos condones a base de aceite pueden dañar los preservativos
- Es normal que queden restos de materia fecal. No pasa nada.