Cremas reductoras y reafirmantes: ¡Sí, también los hombres las usan!
Las cremas reductoras de grasa y reafirmantes de piel, son uno de los productos más novedosos que la mayoría de las principales firmas ha incluido en sus líneas de cosmética masculina que más prefieren los gays.
En el caso de los hombres, las cremas reductoras y reafirmantes centran su acción en la cintura y en la zona abdominal y, en general, puede decirse que no hacen “milagros” pero sí son una buena ayuda extra a la hora de eliminar o mantener a raya esos cúmulos grasos que en ocasiones dificultan la deseada definición de los abdominales.
Su composición varía, pero en ella es común encontrar potentes principios activos que actúan directamente sobre el tejido adiposo. Caseína, carnitina, cafeína, creatina, sales marinas o arcillas son algunos de los ingredientes habituales de estos cosméticos que suelen presentarse en textura gel para una mejor aplicación y absorción.
Las cremas reductoras no están pensadas para bajar de peso sino para reducir centímetros eliminando la grasa localizada. La misión no es sencilla y requiere constancia y una correcta aplicación para lograr que el producto ejerza su acción de forma adecuada.
No te engañes. El ejercicio aeróbico unido al trabajo de musculación son el único método posible para obtener un abdomen del que presumir, pero un gel reductor puede venirte muy bien para acelerar resultados y para conseguir, de paso, una piel tersa y firme en toda la zona.
Si quieres probar, aplica el producto preferiblemente tras la ducha, con la piel limpia y seca (es recomendable una exfoliación semanal de la zona para garantizar la correcta penetración de los distintos principios activos).
Es importante concentrar la aplicación del gel en la zona exacta que quieres reducir y hacerlorealizando movimientos circulares con la palma de tus manos. Insiste con este masaje unos minutos porque con él conseguirás elevar la temperatura corporal, ayudando a movilizar las grasas localizadas e incrementando, además, la circulación de toda el área.
Deja actuar el producto (puedes incluso utilizarlo antes de dormir para prolongar su acción durante toda la noche) y sé constante. No esperes resultados inmediatos tras la primera aplicación. Las cremas funcionan pero, insistimos, mana, no hacen milagros.