¿Cómo ser lesbiana? 5 pasos para serlo y entenderlo sin problemas
¡Amiga! Si estás leyendo este artículo, es porque seguramente tienes dudas. Has estado pensándolo mucho y dices… ¿seré una lesbiana? ¿O no?
No dejes que te carcoman las dudas. Mejor asume las realidades y si de algún modo te sirven estos consejos, encuentra tu camino. ¡Podrías ser lesbiana y no estar enterada! —Déjanos ayudarte a aclarar tus dudas de una manera ¡siempre positiva!
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Entiende lo que significa ser una lesbiana. A ver, aunque seguro ya lo sabes, repasemos y deja que te lo expliquemos con manzanitas: Las lesbianas son mujeres que sienten una atracción sexual natural y normal hacia otras mujeres. Sienten vínculos emocionales profundos con las mujeres y prefieren la compañía romántica de otra dama. Obvio, ser lesbiana no es una elección que haces, sino una parte de tu personalidad y genética. Así como algunas personas nacen altas y otras bajas, algunas son naturalmente heterosexuales y algunas, homosexuales, y muchas se encuentran en el medio. Eres cómo eres por una razón.
O sea: para que quede bien claro, amiga, reconocer y aceptar tus sentimientos es todo lo que importa para ser lesbiana. Si sientes atracción hacia las mujeres entonces eres lesbiana. No es necesario que juzgues esa atracción de ninguna forma. Simplemente acéptala como es y ya, o sea, no te martirices.
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Ten en cuenta que la sexualidad es bastante amplia. No existen unas cuantas categorías donde las personas puedan encajar en lo que respecta a la orientación sexual. Podrías tener sentimientos tanto por los hombres como por las mujeres, solo por las mujeres o únicamente por unas cuantas personas. No obstante, todo esto es perfectamente normal. Debido a que no existen categorías sexuales en las cuales encajar, no hay formas “correctas” de ser lesbiana, heterosexual, bisexual, transexual, pansexual, asexual o cualquier otro tipo de identidad sexual o de género.
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Explora tus deseos sin establecer juicios. Si comienzas a sentir atracción hacia las mujeres, no rehúyas de ese sentimiento o trates de reprimirlo. Esto no significa que necesites salir y comenzar a tener citas con chicas de un momento a otro, sino que debes tomarte el tiempo para examinar tus propios sentimientos. Muchas chicas comienzan a sentir atracción hacia otras entre las edades de 7 y 8 años, pero en un mundo donde cada película, programa y canción dice que las chicas deben salir con los chicos, estos sentimientos pueden confundirse a cualquier edad. No obstante, debes confiar en ti misma y reflexionar sobre tus sentimientos de manera honesta en lugar de reprimirlos.
- ¿Te sientes nerviosa o fuera de lugar con tus amigas?
- ¿Miras a las mujeres y a las chicas con más frecuencia que a los hombres?
- ¿Constantemente piensas “¿Por qué los chicos con los que salgo no pueden ser más como las increíbles mujeres que conozco?”
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Ten en cuenta que tu sexualidad es solo una faceta de tu personalidad. Ser lesbiana no te hace una especie diferente. No existe un conjunto prescrito de creencias, pasatiempos e intereses que puedes o no puedes disfrutar debido a tu sexualidad. Nunca debes pensar que necesitas cambiar a causa de tu sexualidad o que quedarás encasillada una vez que les reveles tu orientación a tus amigos y familiares. Recuerda que tu orientación sexual no determina tu identidad. Si no quieres ser conocida como “solo una lencha”, debes presentarte en otros términos.
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Permanece confiada en quien eres, aun cuando las personas sean crueles. Por suerte, vives en un mundo que poco a poco se está dando cuenta de que ser lesbiana no es una maldición o decisión y que es una parte natural de la vida. Por desgracia, aún hay personas que no pueden aceptar el hecho de que haya homosexuales. Los niños en particular pueden ser abusadores despiadados cuando alguien no es como ellos. No obstante, debes recordar que estas personas solo están confundidas. Ellas arremeten o actúan con furia porque no han tenido la oportunidad de conocerte y basan sus actitudes en estereotipos y mitos. En última instancia, las personas que no te aceptan no valen la pena y se pierden la oportunidad de conocer a una persona increíble. Es su problema, no el tuyo.
¡Vive tu vida, amiga! ¡Con orgullo y alegría!