10 tips para tener un noviazgo sano y ser una pareja feliz
Por Kikito Solórzano
¡Claro que se puede tener un noviazgo sano y feliz siendo pareja gay! Esto no es exclusivo de los heteros o de las lesbianas, que casi siempre se creen que son las únicas personas en el contingente LGBT que pueden darse el lujo de tener relaciones largas y prosperas (¡fíjense que no!) tener una relación bien padrísima es posible, y muchas parejas gays lo consiguen con esfuerzo y amor. Aquí en Chueca te compartimos algunas señales que indican que vas por buen camino.
Es muy común que los gays carguemos con ese estereotipo de tener relaciones abiertas, promiscuas, destructivas y dañinas, donde la intensidad y los celos dominan el día a día. No podemos negar que oooobvioooo, esa relaciones existen, pero la verdad es que se dan en cualquier tipo de relación, no solo entre hombres (aunque las lenchas digan que ellas tienen relaciones más estables).
Las relaciones gays, al igual que cualquier relación amorosa, pueden ir mucho más lejos de lo que los estereotipos permiten y podemos encontrar historias más bonitas y realistas que las de cualquier princesa Disney en nuestro hermoso mundo arcoiris. No podemos perder la esperanza de encontrar a esa persona con la que podamos entablar una relación sana y que haga bien a nuestra vida, llevándonos a sentirnos felices para siempre.
Seguro mucha gente te ha preguntado “¿Qué buscas en una novio?” y la verdad es que no existe una respuesta específica, pero quizá esta lista te sea útil.
Háganse demostraciones de afecto
Por más cursi que se lea, por más empalagoso que suene, los besos, los abrazos y las caricias son indicador de una relación sana, obvio, no tienes que estar como muégano todo el día, solo de que recordemos que el contacto físico es importante para fortalecer el lazo emocional con nuestra pareja. Un besito de vez en cuando no le hace daño a nadie.
Vivir sin mentiras
Entendamos que nuestra pareja merece siempre la verdad y si nos sentimos con la confianza de expresarla, la relación se empieza a construir sobre bases firmes. No necesitas mentirle, a veces la verdad puede ser un poco difícil pero no tiene por qué hacernos faltarle al respeto a quien amamos con mentiras pendejas. También ten en cuenta, que si bien no es lo mismo mentir que ocultar. El punto es que no hay necesidad de esconder nada y las parejas sanas tienen esa bonita capacidad de hablar de cualquier tema que se vaya presentando sin que represente un tabú.
Disfrutar el tiempo juntos
Si bien estar juntos no es lo único que les gusta hacer, la verdad es que disfrutar el convivir, reñir muchísimo y tratar de aprovechar cada minuto que comparten debe ser prioridad, al igual que divertirse y coleccionar buenos recuerdos. No sean de esas parejas que se cansan uno del otro y que no se dejan ni respirar, sino que se emocionan cuando se van a ver.
Compartir hábitos personales saludables
No solo hay que preocuparse por estar bien como pareja sino que hay que mejorar todos los aspectos de la vida; familia, amistades, educación, trabajo y salud. Estar con una persona que te quiere ver saludable y realizada de una manera integral, es primordial.
Salir con amigos por separado
Existe la confianza suficiente como para no tenerse que estarse vigilando todo el tiempo, entienden que las amistades son parte importante de la felicidad de todo ser humano, por lo que se dejan disfrutar de sus amigos, con la libertad y privacidad que esto puede requerir en ciertas ocasiones. Este hábito tiene beneficios extras porque no solo complace a la relación sino a los mismos amigos, es mejor que te pregunten “¿Por qué no vino?” A que te digan “¿Cuándo vas a venir sin este güey?”.
Poder ser fieles
Por si no se entiende bien, amigos, este es un punto muy importante que luego mucha gente confunde, nos referimos a que no necesitan tener metido a nadie más en la relación para respetar el compromiso que tienen. No solo porque saben el daño emocional que una infidelidad puede causar, también por el hecho de que no quieren estar con nadie más, ni necesitan que otro les caliente la cama.
No intentar cambiar al otro
Bueno, la verdad es que no nos referimos a entrarle a lo swinger (ahí si cada quien) hablamos más bien de intentar que la pareja sea otra persona, querer cambiar tantas cosas de él que termine perdiendo su propia identidad. Aceptar a tu novio tal como es y en ningún momento esperar tener el poder de modificar su esencia personal. ¡Eso es lo que importa!
Sentirse orgullosos
Sentir que te sacaste la lotería por estar con alguien a quien quieres, saber lo que vale la persona que tienes a tu lado y el orgullo de de estar con él; esto no tiene nada que ver con el clóset, el sentirse orgulloso, no necesariamente es sinónimo de hacerlo público. Es una satisfacción indescriptible tan solo de pensar en lo que es esa persona y tener una relación con ella.
Tener planes a futuro
Más allá de una fecha exacta, si tienen metas en común, si concuerdan en la forma en la que quieren vivir su futuro y comienzan a trabajar juntas en ello. Hablar de la casa, de los hijos, los perros, los negocios y de los viajes de una manera en la que dejan de parecer cuentos y se convierten en ideas de cómo realizar esos planes. ¡Padrísimo!
Buscar la felicidad mutua
Hay que olvidarse del egoísmo, chiavos: es más boni sin nos ayudamos a encontrar el mejor camino aunque implique un sacrificio (¡ni modo!). Las relaciones sanas cuentan con ese maravilloso equilibrio en el que se acuerdan de pensar en la otra sin necesidad de olvidarse de una misma, ese equilibrio que les permite a las dos ser felices.
Las relaciones sanas no se venden online ni en El Palacio, o sea, se aprenden a construir con herramientas que vamos adquiriendo de cada uno de nuestros errores, hasta que en uno de esos intentos, muchas veces sin darnos cuenta, ya nos encontramos en medio de uno de esos noviazgos bonitos que nos enseñan tanto y nos alimentan las ganas de ser felices juntos.
¡Viva el amor!