Místers feos

Jorge Alberto Pérez mide 1,88 y posee unas medidas de escándalo. Sin embargo su metrosexualidad desfasada y su pelo a lo Vicky Beckham hace que el león ruja poquito. También hay que decir que a sus 21 añitos es normal y que, ademas, tiene mucho mérito el cuidado de un cuerpazo que no es propio de su edad.

Es probable que no fuera su momento o que las fotos no le hagan justicia, pero esa miradita de cordero degollado unida a su picantona sonrisa no le dejan en buen lugar.

Todo un espantajo y feo entre los feos, el torreón (1,97m.) Alfonso Ortiz es uno de los más firmes candidatos y de nuestros favoritos a alzarse con la victoria entre los poco agraciados.

Pero a pesar de ser uno de los favoritos, ni siquiera la profundidad de sus intensos ojos verdes hacen que supere la criba.

Sus morritos, su cara de hogaza y el poco gusto de sus fotografías hacen que lleguemos a comparar su cara con la del perro que ampara al Olimpo de los feos

Salvador Martín hubiera tenido mucho éxito entre las top en los años 90, pero si nadie paga por su corona lo tendrá muy crudo para alzarse con la banda.

Sus ojos verdes, sus 25 años y su 1,91 metros de altura, de nada le sirven si semejante constitución va acompañada de esa facha y de esos engominados que ‘enclonizan’ con Antonia de Latte.

Que no llore, que quizá le llaman para la proxima campaña de ‘Farmatint’

No nos atrevemos a llamarle feo, por el magnetismo y atractivo que desprenden sus fotos. No obstante, de guapo no tiene ni un pelo (ni los de la barba), además el hecho de que sea de los pocos misters con barba hace que pensemos que algo oculta Eric Martinez, de 23 años y 1,90 metros de altura.

Nos gustaría saber cómo le quedaría su afrutada napia y sus irregulares ojos sin el cobijo de su vello facial

Edgar Vilanova de feo no tiene nada pero no cumple con los requisitos de un buen míster.

El primero de ellos la edad. Sólo 20 tacos. Y el segundo, su forma física que no llega a los cánones de vigorexia exigidos. Nos gusta su sonrisa, pero lo cierto es que le falta un poco de veneno y que seguro un poco más pasadito mejorará como el arroz de su tierra.

Desnudo gana mucho y por eso os regalamos esta instantáneas en vez de poner los posados en los que se le ve nítidamente la cara.

Morenazo y con cuerpazo, los 25 años de Jorge Ismael Corniel están muy bien llevados. Puede que sea uno de los mejores chulazos de su gym, pero el tío como míster, como que no. Sus cejas depiladísimas y bakalutis son antagónicas a la elegancia que debe irradiar el representante de la belleza de todos los españoles

Roberto Casal quería superar la transgresión de su tito Tino y no se le ocurrió otra cosa que tirar de marras para su surrealista book. Tiene 24 años y es un poco enclenque para presentarse a Míster. Su candidatura nos parece todo un atrevimiento pero nos gusta su filosofía. Sus poses hacen honor a la conocidísima canción ‘que se mueran los feos’. Él ha elegido la horca para su suicidio artístico, una foto que nos ha hecho sonreír muchísimo y por eso le proponemos para míster simpatía

Esta como un queso y eso nadie se lo puede negar a David Hernández, cuyos intensos ojos verdes son su mejor carta de presentación. Su facciones son armónicas y, aunque con 27 años es uno de los más mayores, tendría papeletas para hacerse con el título de no ser por un defecto acentuado. Y es que, como le sucede a la mayoría de tíos buenos, David cuando abre la boca la caga. Y no porque su conversación sea mala (que lo desconocemos), sino porque su sonrisa de Joker da mucho miedo.

Ponernos, nos pone burracos perdido este otro David. Tiene 21 años, 1,91 metros de altura y toda una vida por delante para cultivar su mente. Su cuerpo mejor que lo deje como está porque nos da miedo que le pueda reventar alguno de sus pectorales. Aconsejamos a David Martí que eche freno y que no se desanime cuando pierda el concurso por enrarecida boca de piñón e inexpresiva mirada

No es de los más feos y, aunque las ya antes criticadas cejas de mujer le restan puntos, a Rafaél López no le falta atractivo. Sin embargo, su poco garbo y su peor gusto a la hora de vestir se han hecho caer en nuestra lista negra. Nos da penita por esos ojazos verdes que tiene y por su moreno natural que nos enloquece, pero con ese look lo máximo que le vamos a pedir es un cocktail.

A nosotros nos flipa y nos encantaría que ganaría el concurso. Sin embargo, Alejandro Lamata no tiene nada que hacer en el templo de la superficialidad y la vigorexia. Agradecemos su valentía al presentarse a este certamen en el que de antemano sabemos que no tendrá nada que hacer. Sólo tiene 19 añitos, siendo uno de los más babys, pero con él todos los chicos normales podremos sentirnos reflejados cuando le veamos desfilar por el concurso.

Y el otro extremeño, Manuel Coronado, que no tenga envidia. Con 23 años su peinado de padre no nos gusta un pelo (nunca mejor dicho). Hemos puesto una de sus peores fotos, eso sí, y para ser sinceros tenemos que decir que, como la mayoría de candidatos, mejora bastante desnudo

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