Yulimar Rojas consigue una plata que brinda por el colectivo LGTB
En esa inmensa barra de bar virtual que es twitter hay espacio para todo. Incluso, hay hueco para hashtags tan desagradables que consiguen erizar la piel.
La semana pasada, uno de estos infames marcadores se convirtió en trending topic en nuestro país durante unas horas. Bajo el hashtag #GaysNoMerecenMedallas hubo una buena parte de tuits que se dedicaron a defender a la comunidad LGTB pero otra gran parte de los mensajes destacaron por su virulenta LGTBfobia.
Como el karma está siempre esperando una ocasión para actuar, aunque en este caso deberíamos decir eso de que no culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, la medalla de plata conseguida por Yulimar Rojas se ha convertido en el mejor antídoto para taparle la boca al odio y la discriminación.
La historia de Yulimar Rojas parece sacada de una película. El otoño pasado, la joven venezolana contactó con el saltador Iván Pedroso gracias a Facebook y el mítico saltador cubano le propuso viajar a Madrid para entrenar con él.
Desde entonces sus marcas han progresado de manera exponencial. Tanto es así que Yulimar se convirtió en la campeona mundial de triple salto más joven de la historia en los campeonatos de pista cubierta celebrados en Portland el mes de marzo pasado.
Ahora, la saltadora ha conseguido alzarse con una medalla de plata que sabe a gloria para todo un país y para toda una comunidad. Una presea que tiene el brillo de la inclusión y la diversidad y que se convierte en un ejercicio de visibilidad para el colectivo LGTB merecedor de la medalla de oro.
Jornada a jornada, los JJOO de Río siguen confirmándose como los más LGTBfriendlys de la historia.