El Thyssen se deja seducir por el sensual surrealismo de Paul Delvaux

El Thyssen sigue sumando visiones vanguardistas a su programa. A la salvaje visión de la escala cromática del fauvista Raoul Dufy (que se podrá ver hasta el próximo 17 de mayo) ahora se suma la figura de Paul Delvaux y su concepción poética de la pintura.

La muestra se compone de 53 obras. Un buen número de lienzos que no solo repasan el currículum artístico del belga sino que se convierten en una síntesis de las diferentes corrientes pictóricas de la convulsa primera mitad del siglo XX.

Los pinceles de Delvaux probaron el sabor de los diferentes –ismos. Sus primeros lienzos se caracterizan por la experimentación: realismo, fauvismo, expresionismo…hasta que encontró en el surrealismo un lugar fuera de las reglas de la lógica en el que poder expresar un universo propio y original.

Omnipresencia femenina

A pesar de conformar una iconografía personal y fácilmente reconocible, la paleta de Delvaux recuerda a la de otros grandes artistas del siglo. Por un lado nos encontramos los juegos visuales que recuerdan a Magritte, los paisajes existencialistas de Giorgio de Chirico, la atmósfera opresiva de los lienzos de Munch, los mundos oníricos dalinianos o el misterio que encierran los cuadros de Ives Tanguy.

Las mujeres, las parejas, las estaciones de tren, la arquitectura y los esqueletos son algunos de los temas más recurrentes de la muestra ‘Paul Delvaux: paseo por el amor y la muerte’, todos ellos relacionados con las obsesiones que persiguieron la figura del pintor desde su infancia.

Ahora bien, la figura femenina termina erigiéndose como el tema más importante de sus lienzos. La mujer pasa a ser el elemento más representativo de la obra de Delvaux como las bailarinas de Degas o los girasoles de Van Gogh. Un icono por el que siente verdadera obsesión y fascinación y que se convierte en una pieza imprescindible y omnipresente de sus cuadros. 

Las mujeres que aparecen en sus cuadros están envueltas bajo un halo de misterio. Al igual que el David de Miguel Angel, las protagonistas de sus cuadros no establecen contacto con el espectador sino que  aparecen sumidas en sus pensamientos, como si estuvieran condenadas a vagar por un universo eterno.

La incomunicación entre sexos se apodera de los cuadros del artista belga. En los lienzos de Delvaux no hay palabras, solo gestos y nunca se produce el menor contacto entre seres de distinto sexo. 

La seducción y la pasión, el amor y el sexo, se plasma a través de un juego de parejas y espejos. El artista belga desarrolla un verdadero interés en las relaciones lésbicas. Las relaciones entre mujeres le permiten liberarse de los clichés sociales para dar rienda suelta a una inagotable imaginación.

Mujeres abrazadas, practicando sexo, con reminiscencias bíblicas, posando frente al artista, en momentos cotidianos, celebrando la desnudez del cuerpo y el alma… Delvaux consigue crear una serie de paraísos onírico-lésbicos para adentrarse en temas que hasta entonces estaban vedados para alguien de un origen tan conservador para él. 

Paisajes en femenino, surrealismo, esqueletos, poesía, universos de ensueño; el Thyssen y Delvaux nos ofrecen numerosos motivos para perdernos por la magia de la pintura.

‘Paul Delvaux: paseo por el amor y la muerte’

Dónde: Sala de Exposiciones Temporales del Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8. Madrid)

Cuándo: Del 24 de febrero al 7 de junio

Horario: Martes a domingo: 10.00 – 19.00 h.
Sábados: 10.00 – 21.00 h.

Precio: 9 €

Entradas en: entradas.museothyssen.org

Más información: museothyssen.org

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