‘Kiosco’: Juan Berrio se atreve a convertir la rutina en poesía

Aunque uno no crea en el amor a primera vista, el flechazo con el ‘Kiosco’ de Juan Berrio es inmediato. El autor de ‘Miércoles’ cambia de registro y vuelve a tirar de recursos estilísticos para narrar una historia a contracorriente.

En un mundo de miradas vacías, de promesas abyectas y de gente preocupada por sus likes, Berrio nos ofrece otro paradigma: una burbuja donde la calma es una virtud y en la que uno puede echarse a descansar.

‘Kiosco’ es una historia mínima. El cómic nos abre una pequeña ventana, un día más (¿o no?) para un kiosquero que recuerda – por lo de perdedor- a los grandes cómicos del cine mudo. Una página más en un diario personal que se abre, que te atrapa y que te obliga a tirar de paciencia para no devorar sus páginas.

Coleccionando recursos

Berrio compone una historia alejada de cualquier tipo de pretenciosidad. La obra es simplemente eso: veinticuatro horas junto a un protagonista que se dedica a vivir despacio en un mundo rodeado de vértigos.

Así, acompañamos al kiosquero en el ejercicio rutinario del día a día. Le vemos en su rincón personal, una habitación que podía estar diseñada por cualquiera de los miembros del Die Brücke y en la que parecen sonar tristes trompetas.

Le acompañamos en su camino al trabajo. Paseos en bicicleta en ciudades que parecen pintadas por Braque mientras los primeros rayos del sol acarician sus dedos…y, como no podía ser de otra manera, nos sentamos y disfrutamos de su maravilloso kiosco.

De algún modo, este kiosco se convierte en una suerte de escaparate antropológico. Ante los sorprendidos ojos de nuestro protagonista comienza la procesión social. Gente paseando a sus perros, haciendo deporte, de camino al trabajo, consultando el móvil…todos compartiendo la misma soledad.

El autor maneja innumerables recursos para narrar la historia. La composición de ‘Kiosco’ es un tanto peculiar. Las páginas no están divididas en viñetas sino que se convierten en panorámicas globales.

A pesar de que las viñetas ocupan toda la página la historia no es estática, Berrio tira de ingenio para mostrar a un protagonista con multifunciones (cuatro brazos…) y composiciones espaciales circulares que dotan a la obra de un ritmo especial.

El color también cobra especial importancia en una historia cargada de detalles. Berrio se sirve de las acuarelas y la tinta china para mostrar una gama de colores pausados y que destilan cierto sabor a otoño. Colores alejados de patrones digitales y que reivindican la versión más artesanal del cómic.

La obra se alimenta de lo visual, tanto, que Berrio llega al extremo de trazar una obra muda. La historia, como el amor, fluye de tal manera que no necesita palabras. Nuestro protagonista mira el tiempo pasar mientras se deja llevar por una soledad melancólica: un héroe anónimo en una sociedad muda. Un ‘Kiosco’ que se convierte en el mejor remedio para poder sobrevivir a un mundo excesivamente vertiginoso.

‘Kiosco’

Editorial: Dibbuks

Colección: Emociónate

Autor: Juan Berrio.

Precio: 18 euros.

Formato: Cartoné apaisado. 144 páginas. 22 x 15 cm

ISBN: 978-84-15850-57-1

A la venta en: Dibbuks

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