Finlandia, duodécimo país europeo en aprobar el matrimonio igualitario
España, Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Países Bajos, Suecia, Portugal, Noruega, Dinamarca, Suecia, Luxemburgo… Finlandia se suma a esta dulce lista de países en los que el matrimonio igualitario está reconocido.
Aunque Holanda abriera el camino en el 2001, en el primer lustro de la década los países en ingresar en este club se contaban con cuenta gotas. Sin embargo, el incasable trabajo de lxs activistas ha terminado concienciando a la sociedad y a los políticos de este necesario cambio y en los últimos años se ha producido un gratificante efecto dominó.
En Finlandia, las parejas del mismo sexo ya podían registrar sus relaciones desde 2002, pero hasta ahora el país era el único de los nórdicos en el que las uniones de personas del mismo sexo no estaban legalizadas.
Las tres fuerzas que han impulsado el proyecto de ley votado en el Parlamento han sido los Verdes y la Alianza de Izquierdas, socios hasta hace unos meses de la coalición gubernamental, junto con los socialdemócratas, mientras que casi todos los diputados centristas, democristianos y ultranacionalistas se opusieron.
El resto de partidos, entre ellos el conservador Kokoomus del primer ministro Alexander Stubb, estuvieron más divididos, aunque la mayoría de sus diputados votaron a favor de la nueva ley. La votación ha demostrado la importancia del voto libre en los partidos, puesto que los diputados pudieron votar con total libertad al considerarse esta cuestión como un tema de conciencia.
Europa, a la vanguardia
Hace dos años una iniciativa parlamentaria de la izquierda finlandesa intentó impulsar la tramitación de la ley del matrimonio igualitario, pero el proyecto no prosperó al ser rechazado por un estrecho margen en la Comisión de Asuntos Legales.
El cambio legislativo aprobado hoy tiene su origen en una iniciativa popular presentada en 2013 que recogió 167.000 firmas, más del triple de las necesarias, lo que forzó su tramitación parlamentaria. Se trata de la primera iniciativa ciudadana que logra el respaldo del Parlamento finlandés desde la entrada en vigor de este procedimiento legislativo en 2012.
Finlandia se convierte en el decimoctavo país del mundo y el duodécimo país de la Unión Europea confirmando que en este caso La Vieja Europa se mantiene a la cabeza de los derechos del colectivo LGTB.