La adaptación operíastica del clásico de Thomas Mann ‘Muerte en Venecia’ llega al Teatro Real tras su éxito en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. En esta ocasión el montaje estará protagonizado por el tenor John Daszak, que encarnará al atormentado escritor Gustav von Aschenbach, y el barítono Leigh Melrose, encargado de dar vida a siete distintos personajes.
Ambos cantantes debutarán en el Real, al lado de un gran número de solistas, de la mano de Alejo Pérez -que en Madrid ha dirigido ‘Ainadamar’, ‘Don Giovanni’ y ‘La conquista de México’-, y de Willy Decker, responsable de la inolvidable producción de ‘Peter Grimes’, de Britten, en la primera temporada del renovado Teatro Real, de la tetralogía de Wagner presentada entre 2002 y 2004, de una estremecedora versión de ‘La ciudad muerta’, de Korngold de ‘Werther’, de Massenet, en 2011.
Una pasión homosexual
Muerte en Venecia es la última ópera de Britten y su confesional y liberadora despedida. En ella el escritor Gustav von Aschenbach, alter ego del compositor, camina inexorablemente hacia la muerte, cautivo de su amor por el joven Tadzio, encarnación de la belleza, el erotismo y la eternidad.
Estructurada en 17 escenas, la ópera presenta un complejo y sutil entramado de motivos musicales con una orquestación refinada y sugerente. Los monólogos reflexivos del escritor protagonista, casi sutiles recitativos de escritura libre, se articulan con la música evocadora del gamelán javanés, asociada con la sensualidad del bello efebo Tadzio, personaje ‘mudo’ que se expresa solamente con su lenguaje corporal.
Willy Decker, que ha dirigido ocho óperas de Britten con celebradas versiones escénicas que potencian la complejidad de los personajes y su drama interior, se aleja, en Muerte en Venecia, de las lecturas más realistas de la obra para adentrarse en la mente febril y desasosegada del protagonista, con sus ensoñaciones, desvaríos y éxtasis, ayudado por la atmósfera nebulosa, decadente y poética de Venecia.
Un viaje hacia el interior
El reflejo del mar, que engulle la ciudad enferma de peste, con sus fachadas sinuosas estampadas en las ondulaciones del mar, difumina los límites entre la realidad y el espejismo, el sueño y la vigilia, el erotismo y el amor, la belleza y la sensualidad, la muerte y la eternidad…
La ópera, basada en la novela homónima de Thomas Mann, vertebra una ambiciosa programación en diferentes ámbitos artísticos y culturales, que engloban casi todas las artes plásitcas: cine, danza, música, conferencias…
El proyecto de carácter transversal cuenta con la participación de la Biblioteca Nacional de España (Exposición Mariano Fortuny-Madrazo: otra muerte en Venecia), la Fundación Juan March (ciclo de tres conciertos titulado El universo musical de Thomas Mann y dos conferencias sobre Thomas Mann, su vida, su obra, su tiempo) y la Filmoteca Española (proyección de la película ‘Muerte en Venecia’, de Luchino Visconti).