Desde ayer por la tarde, en los estados norteamericanos de Virginia, Utah, Oklahoma Wisconsin e Indiana se podrán celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo, después de que el Tribunal Supremo estadounidense desestimara los recursos federales a su prohibición.
Esta decisión, inesperada a tenor de los hechos ocurridos la semana pasada, favorecerá la inhibición de los tribunales en las nuevos debates en torno al matrimonio igualitario, por lo que se espera una gran progresión de la legislación en este aspecto.
Al declinar la Corte Suprema su intervención, permanecerán vigentes las decisiones de los tribunales inferiores, que ya han mostrado su rechazo a la prohibición de la legislación en favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esta decisión ha elevado de 19 a 30 -más el distrito de Columbia- los estados que pueden celebrar el matrimonio igualitario, pues los citados territorios son seguidos de facto por seis más: Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia Occidental, Wyoming, Kansas y Colorado.
Los grupos impulsores y de apoyo al matrimonio igualitario en EEUU han celebrado esta decisión, recordando al mismo tiempo que existen casos pendientes en los que un tribunal estatal o de apelaciones puede emitir un fallo que respalde la prohibición, momento en el que el Supremo deberá pronunciarse sobre el derecho a instaurar esta norma en todo el país.
Se espera que las parejas homosexuales de los citados estados puedan comenzar a solicitar sus licencias de matrimonio de manera inmediata, algo que comenzó a emitirse en Virginia a las pocas horas de conocer el fallo del tribunal.