La peligrosa erosión sanitaria provocada por la reforma de Ana Mato
Hace unos meses la revista British Medical Journal se hacía eco de los recortes que se estaban llevando a cabo en la sanidad pública española, y en un artículo firmado por científicos del London School of Hygiene & Tropical Medicine de Reino Unido se advertía de que el ‘desmantelamiento’ del Sistema Nacional de Salud (SNS) podía ‘poner vidas en riesgo’.
En esta ocasión, el artículo está firmado por varios expertos internacionales y españoles, que recuerdan como en España se ha reducido el presupuesto en materia sanitaria ‘por razones de austeridad’ a pesar de que el gasto público ‘ya era uno de los más bajos de Europa’.
Los especialistas destacan que, mientras que Naciones Unidas anima a los Gobiernos nacionales a avanzar hacia una asistencia sanitaria universal, en España se ha ‘socavado’ este acceso con una reforma sanitaria ‘sin trámite parlamentario’ que ‘limita’ la sanidad pública.
‘Discriminación, reforma o racismo’
De este modo, recuerdan que desde septiembre del año pasado hay alrededor de 873.000 personas que se han quedado sin tarjeta sanitaria, mientras que Médicos del Mundo -cuyo presidente, Álvaro González, es uno de los autores del artículo- ha contabilizado hasta 1.192 casos de personas que no pudieron recibir la atención a la que tenían derecho ‘por no tener la documentación adecuada, por problemas en la interpretación de la reforma, o por una cuestión de discriminación o racismo‘.
Estas circunstancias, reconocen los autores, pueden tener ‘graves consecuencias para la salud’ de los ciudadanos, sobre todo en lo que respecta a los afectados por VIH o tuberculosis, al tiempo que también puede suponer una ‘amenaza para el acceso al tratamiento de la salud mental, las adicciones y las enfermedades crónicas’.
La Sanidad, en contra de la ciudadanía y la ONU
Por otro lado, en el artículo de The Lancet avisan de que España también ha ido en contra de las recomendaciones de la ONU a la hora de modificar el copago farmacéutico o querer poner en marcha este sistema de aportación también en las farmacias de los hospitales. ‘Son pequeños gastos directos que son una barrera para un tratamiento eficaz’, advierten.
De hecho, recuerdan que un estudio de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ya apuntaba que hasta un 17 % de los pensionistas -que con la nueva reforma sanitaria deben abonar el 10 % de lo que cuestan sus medicinas cuando antes las adquirían de manera gratuita- no han podido completar su tratamiento desde entonces por este nuevo sistema de copago.
‘Las medidas de austeridad adoptadas por España y otros países europeos no han logrado sanar sus economías, pero cada vez hay más pruebas de que tales medidas amenazan la salud de sus ciudadanos‘, aseguran los autores, que no obstante reconocen que ‘todavía hay tiempo’ para ‘salvar’ el sistema sanitario español.