La usualmente iconoclasta Martirio, en un inédito ejercicio de tradicionalismo, ha recuperado diez de los temás más clásicos de su querida amiga Chavela Vargas, reinterpretándolos en clave flamenca e intimista.
Envuelta por el duende de la guitarra de su propio hijo, el compositor y productor Raúl Rodríguez -con el que Martirio colabora musicalmente desde hace más de diez años-, el resultado materializa y eterniza los conciertos que Martirio y Chavela con motivo de la presentación de ‘La Luna Grande’ en Madrid y Barcelona, los dos últimos conciertos de la vida de la mejicana.
Un año después de su lamentable desaparición, madre e hijo interpretan temas indispensables del repertorio de Chavela como ‘La Llorona’, ‘En un mundo raro’ o ‘Luz de luna; con una innegable cercanía visceral y familiar sólo accesible para verdaderas personas tan unidas a su núcleo.