El intimismo gay de Steve Walker
Descubriendo su obra
De lo particular a lo universal
A pesar de que los separan miles de kilómetros de distancia y varias décadas, Federico García Lorca y Steve Walker tienen una conexión íntima. Y es que tanto el poeta como el pintor tienen un modo similar de expresarse artísticamente buscando siempre alcanzar lo universal a través de lo particular.
En el caso del granadino lo andaluz, el duende y la infancia eran el motor de su universo poético, mientras que en el caso del canadiense, se sirve de la rutina, de la cotidianeidad, del colectivo homosexual, para profundizar sobre temas que trascienden cualquier barrera para convertirse en sentimientos universales
La importancia de las casualidades
El canadiense llegó al mundo del arte casi por accidente. El amor por el dibujo y el arte era una semilla que siempre había tenido en su interior el canadiense, sin embargo esta pasión no se verbalizó hasta que Walker realizó un largo viaje a Europa a los 25 años.
Recorriendo las grandes galerías y museos del viejo continente y observando una joya tras otra de la historia del arte la semilla artística germinaba en el interior de Walker que a su regreso a los EEUU comenzaba a realizar sus primeros trabajos
La pintura como experiencia vital
A pesar de que su madurez artística ha llegado en la era post-todo, en cuanto a estilo pictórico Steve Walker se dejó seducir por los clásicos norteamericanos. De este modo, desestima el arte pop de Warhol o el expresionismo abstracto de Pollock y Rothko para abrazar el neorrealismo encarnado en Edward Hopper y Andrew Wyeth.
La mirada de Steve Walker retrata de manera certera el mundo de los sentimientos. Su pincel se empeña en mostrar ambientes cargados de emoción y melancolia en el que el tiempo adquiere un rol fundamental. Desde sus primeras obras hasta la realizadas poco antes de su muerte, destaca el carácter narrativo de sus lienzos que terminan por establecer un diálogo con el espectador en donde las preguntas y las respuestas llegan desde uno y otro lado.
La muerte de Walker, unida al fallecimiento de George Tooker unos meses antes, han dejado huerfana a la pintura gay…al menos podemos seguir disfrutando de su arte