Disco: ‘Blue Songs’
Artista: Hercules and Love Affair
Calificación: 7 / 10
Una sola canción -interpretada también por un genio como Antony Hegarty- bastó para popularizar internacionalmente a este conjunto neoyorquino. Ahora, continuan su camino hacia delante, cultivando la música disco setentona y el house de hace veinte años. Sin duda, una propuesta completamente dedicada a la ”antigua” cultura de club.
Sabías que…
1. En estos tres años, el conjunto ha cambiado de formación. Aerea Negrot y Shaun Wright -que pasó de fan del conjunto a parte de él- se han unido en el disco y durante la gira para suplir la marcha de Nomi Ruiz.
2. En el álbum también ha colaborado Kele Okereke, de Bloc Party.
3. Para editar ‘Blue Songs’ Andy Butler ha contado con el sello británico Moshi Moshi en vez de con DFA.
4. El conjunto estará presentando sus nuevas canciones el 17 de febrero en Joy Eslava -Madrid- y el 19 en Bikini -Barcelona-.
‘My House’ de Hercules & Love Affair
¿Cómo suena?
El éxito de un proyecto como Hercules and Love Affair reside en el espíritu completamente neoyorquino-urbano que subyace en todo su concepto. Aunque no es precisamente el que en la actualidad comunica La Gran Manzana, con todo su glamour y riqueza a espuertas. Hercules & Love Affair se identifica inequívocamente con los tiempos en los que Central Park estaba hasta la bandera de yonkis, putas y chaperos, y en las discotecas convivía eufóricamente el multiculturalismo y la primera generación autodenominada queer.
La época dorada de la música disco y su posterior derivación en la música de baile -dos conceptos tan kitsch que el postmodernismo actual sólo puede conducir al triunfo- son completamente análogas a la -buenísima- idea de inspirarse en una cultura tan espectacular y decadente como es la Antigua Grecia. Todos estos alicientes tan exultantes como melancólicos, que sin duda han influenciado a más de una banda después de su aparición.
En el segundo álbum de Hercules & Love Affair, lo que encontramos en primera instancia es una preocupación mayor por representar de los sonidos más discotequeros de la segunda parte de los ochenta y principios de los noventa, dejando un poco lado la mitología -que igual ya se les antoja un poco caduca- para acercarse a la fuerza de los y las grandes vocalistas de la escuela soul y R&B.
Temas como ‘Painted Eyes’, ‘My House’, ‘Answers Come in Dreams’ o ‘Falling’ restablecen perfectamente el gusto por la electrónica con amenas líneas vocales, melódicas y completamente accesibles, que rememoran esa capacidad negroide tan hábil de hacer buenas canciones house. Sin duda, excelentes cartas de presentación, como fue ‘Blind’ en su día.
Las únicas canciones en las que se muestra un poco más la concepción pop que se apreciaba en algunos cortes de su primer álbum, son ‘Boy Blue’ y Blue Song’, escritas por Butler en su -apenada- adolescencia. Para muchos serán un bajón en toda regla, al estar situadas en medio del álbum. No obstante, también se pueden tomar como un contrapunto que acentúa más este contraste ”euforia” / ”melancolía”.
Desde este punto del álbum hasta la llegada del último corte -‘It’s Alright’, de naturaleza también más sosegada-, se aprecia una importante escalada en ritmos y en las variaciones de los mismos, creando un dub bastante más violento y ”machacón”, en los que podemos reconocer en el cambio de voces a Kim Ann Fox -‘I Can’t Wait’- o Kele Okereke -‘Step Up’, una canción que ya querría haber tenido en su disco en solitario-.
Lo mejor: La impresión de Andy Butler está interesado en que Hercules & Love Affair sea un proyecto sujeto a transformaciones enriquecedoras a lo largo del tiempo. ‘Painted Eyes’, ‘Answers Come In Dreams’, ‘Falling’.
Lo peor: Reconocer en varias -y no pocas- partes del disco demasiadas recreaciones -bastante parecidas- de canciones ya conocidas.
Cómpratelo si… Te morías por la música de Black Box, Inner City o SNAP!.
Sergio P. Sanjuán