La financiación para programas de VIH se reduce drásticamente

En su último informe, el B.O.E ha sacado a la luz las subvenciones destinadas a los programas de prevención y control del VIH durante el 2012, y los resultados solo se pueden calificar como desastrosos. La reducción del presupuesto afecta tanto cualitativa como cuantitativamente, puesto que la financiación cae en un 74% y los proyectos sobre los que se ha trabajado han pasado de 77 a apenas 29.

Pues según los números no, la cuestión -sin querer caer en cierto maniqueismo barato- está bastante más relacionada con la falta de voluntad política para acabar con esta pandemia. O dicho de otro modo, cuando en la sanidad se priman los intereses económicos al fin natural que debe tener (ni siquiera entramos en el juramento hipocrático que al parecer -al igual que los Reyes Magos- deben ser los padres) siempre acaban pagando los pacientes.

De hecho, números en mano hay que indicar que en 2011 sí aumento el presupuesto para los programas de lucha contra el VIH (cuando las ayudas sumaron 3.860.000 euros) respecto al 2010, y de hecho desde que comenzó la crisis se ha aumentado siempre las partidas para luchar contra la pandemia a excepción de este último año

La Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida) es, con cuatro programas (uno menos que en el 2011), una de las entidades que más colaboración ministerial recibe, sin embargo a pesar de que agrupa a un total de 89 asociaciones ha visto como la ayuda que recibe del ministerio se ha reducido de manera radical al pasar de 255.300 euros en el 2011 a 150.000 euros en el 2012.

En palabras de Juan Ramón Barrios, portavoz y miembro ejecutivo de la coordinadora, esta reducción de las ayudas es un ‘auténtico mazazo’ teniendo en cuenta, como indica, que llega en un momento en el que se está produciendo un aumento de casos de VIH (3.500-4.000 personas al año).

Para Barrios la peor parte se la llevan los de siempre; los que menos tienen. Y es que con esta reducción presupuestaria los inmigrantes sin papeles se convierten en ciudadanos de cuarta para la sanidad. Como el propio Barrios afirma, no solo están cayéndose -de manera forzada- iniciativas de ayuda al inmigrante, sino que con el corte de la financiación están sufriendo muchas trabas para ser atendidos en la sanidad pública por patologías asociadas al VIH, como la tuberculosis

Paradójicamente, el último informe del B.O.E ha coincidido en fechas con la presentación de la candidatura de Madrid 2020 y comparando uno y otro se pueden extraer pequeñas diferencias pero que resultan más que significativas.

La alcaldesa Botella y el resto de la candidatura de Madrid, presumen de haber presentado un proyecto modestísimo en el terreno económico, pero ¿qué ocurre cuando uno investiga un poco? Pues que descubre despilfarros como la pista de BMX que se ha hecho en Madrid Río, que podrían destinarse a una lucha mucho más importante.

El ejemplo de la pista de BMX es solo uno de los muchos ejemplos del nivel de esperpento que está alcanzando la candidatura Olímpica. La pista de BMX (deporte callejero creado en California por chavales que se dedicaban a hacer piruetas por los mobiliario vacío de la ciudad) que se creó para Madrid 2016 (estaba proyectada para Madrid 2012 pero no llegó a tiempo) costó un total de 2,5 millones de euros (para tener este grotesco aspecto el día de su inauguración).

Sin embargo, para la nueva candidatura se ha deshechado esta pista y se ha hablado de un estadio de BMX que estaría cerca del Estadio Olímpico. Todavía no se sabe cuanto costará el nuevo estadio (mínimo el doble que la anterior pista), pero lo que es seguro es que el Ayuntamiento de Madrid ha desperdiciado 2,5 millones de euros en una pista que nadie jamás ha usado…

2,5 millones de euros, justo lo que se han reducido las subvenciones destinadas a los programas de prevención y control del VIH durante el 2012 (que han pasado de algo más de 3,5 millones de euros a solo 1 millón de euros)….y luego los políticos se preguntan porque los ciudadanos salen a la calle a defender la Sanidad.